domingo, noviembre 24, 2024

DESTACADOS, PROVINCIA

POZO DE BANFIELD Y QUILMES: TESTIGO RELATÓ QUE PATOTA DE ETCHECOLATZ SE QUERÍA LLEVAR A HIJOS DE SU HERMANO TORTURADO

Un testigo relató el secuestro y las torturas infligidas a su hermano frente a sus tres hijos menores de edad, en un operativo en 1977 en el que el grupo de tareas, liderado por el genocida Miguel Etchecolatz se quiso llevar también a los niños, algo que finalmente no sucedió porque el exmédico policial Jorge Berges, también presente en ese grupo, señaló que «eran muy grandes».

«Mi hermano fue secuestrado el 30 de abril de 1977, en su casa de Lanús. A las 2 de la mañana golpearon la puerta unas diez personas armadas y de civil. Dijeron que eran fuerzas conjuntas del Ejército y entraron», comenzó a contar Norberto Borzi ante el Tribunal Oral Federal 1 de La Plata en relación al secuestro y desaparición de su hermano Oscar Isidro «Cacho» Borzi, delegado del gremio de vidrio y militante de la Juventud Trabajadora Peronista (JTP).

El TOF 1 juzga desde octubre último a 17 represores, entre ellos Etchecolatz y Berges, por los delitos cometidos en los excentros clandestinos de Pozo de Banfield, Pozo de Quilmes y El Infierno de Lanús durante la última dictadura cívico militar.

«Lo empezaron a golpear a mi hermano, lo torturaron delante de la esposa Ada y de los tres hijos, de seis, cinco y tres años, respectivamente, y el más chiquito se ve que intenta agarrar al papá y lo empujan contra la pared», relató.

Borzi precisó que la patota que irrumpió en la casa «robó todo lo de valor, usaron todo, hicieron que la esposa de mi hermano les cocinara incluso y se quedaron como hasta las 7 de la tarde cuando llegaron el jefe de policía , (entones coronel) Ramón Camps, Miguel Etchecolatz y el doctor Jorge Berges».

Recordó que los exjefes policiales «miraron toda la casa y se querían llevar a los chicos, pero Berges les dijo que no, porque eran muy grandes».

«Entonces se querían llevar al más chiquito, de tres años, pero la mamá se niega y lo agarra en brazos y les dice que el nene está enfermo del corazón», precisó y agregó que finalmente no se llevaron al pequeño pero le advirtieron que «después vendrían a buscarla a ella y que no dijera nada».

La patota «cargaron a mi hermano en el auto, se lo llevaron con una herida importante en el pecho y le dijeron a ella que lo viera porque era la última vez que lo iba a ver».

Borzi relató luego el recorrido de sus padres para obtener información sobre el paradero de «Cacho», del que supieron que lo habían llevado a la Brigada de Investigaciones de Lanús (el excentro El Infierno).

«Resulta difícil no quebrarse al recordar a mi hermano, porque a mi me viene a la memoria montones de cosas vividas en familia y que a partir que se llevan a ‘Cacho’ se terminó la alegría, ya no disfrutamos las fiestas, las reuniones familiares se siguieron haciendo pero siempre faltaba mi hermano», rememoró con voz quebrada.

Recordó también que su hermano «irradiaba alegría y felicidad, era un tipo fantástico, lo puede decir cualquiera, era buen hijo, buen hermano».

«Me faltó el tipo que me llevó de la mano en la vida, él me llevaba diez años. Me enseñó todo, inclusive con sus acciones, cómo comportarse con amigos, la lealtad en la amistad, la lealtad en el trabajo, le repugnaba la mentira y no quería saber nada con la alcahuetería», sostuvo.

Borzi reflexionó que «a la muerte uno se acostumbra, se mueren los padres y es terrible. Se murieron mis viejos pero yo sé lo que pasó, dónde están sus cuerpos, sé lo que pasó, pero de ‘Cacho’ no, no sé lo que pasó».

En esta audiencia también declaró Silvia Cavecchia, quien compartió cautiverio en elexcentro de La Cacha con Miguel Angel Calvo, quien le contó los padecimientos y torturas que sufrió durante los dos meses en los que estuvo cautivo en el Pozo de Bánfield.

«Era muy contenedor, todo el tiempo trataba de consolarme y me hacía florcitas con los cables de un alambre artístico que había en el lugar, hacía figuritas con el alambre y siempre buscaba hacernos reír a los que estábamos atados a camastros en el piso, poniéndole la onda para pasar el momento», recordó con emoción.

También declaró Yamil Robert, hermano de Norma Robert, secuestrada a los 25 años, el 15 de octubre de 1977, en la casa familiar de Carhué,

El hombre tenía 13 años cuando una patota en un Torino color negro se presentó en la casa en busca de su hermana, a quien se llevaron con el argumento que debían hacerle unas preguntas y nunca más volvieron a ver.

Sus padres fallecieron sin tampoco encontrar los restos de su hija, los que pudieron ser identificados por el Equipo Argentino de Antropólogos Forenses en el 2011.

El TOF 1, integrado por Walter Venditti, Esteban Rodríguez Eggers y Ricardo Basilico, juzga por los delitos cometidos en el Pozo de Bánfield y el Pozo de Quilmes al ex ministro de Gobierno bonaerense durante la dictadura, Jaime Smart; al exdirector de Investigaciones de la Policía bonaerense, Miguel Etchecolatz; el exmédico policial Jorge Antonio Berges y a los imputados Federico Minicucci; Carlos Maria Romero Pavón, Roberto Balmaceda y Jorge Di Pasquale.

También empezó a juzgar a Guillermo Domínguez Matheu; Ricardo Fernández; Carlos Fontana; Emilio Herrero Anzorena; Carlos Hidalgo Garzón; Antonio Simón; Enrique Barré; Eduardo Samuel de Lío y Alberto Condiotti.

Por los crímenes de lesa humanidad cometidos en el centro conocido como «El Infierno» también están imputados Etchecolatz, Berges y Smart y el ex policía Miguel Ángel Ferreyro.