Efectuaron una jornada para la recuperación del espacio público en Zeballos con una misión: transformar sitios donde anteriormente existían micro-basurales en ámbitos saludables donde realizar actividades recreativas o deportivas.
En representación del titular del Ejecutivo local, la secretaria de Ambiente y Desarrollo Sustentable -Beatriz Domingorena- puntualizó que “por indicaciones del Intendente, el reacondicionamiento del lugar surgió a partir de un acuerdo con los vecinos, vecinas e integrantes de las entidades cercanas mediante el programa Mi Barrio Limpio”.
La candidata a concejala por el Frente de Todos en el distrito señaló que instalaron un contenedor de residuos para poner en práctica “la separación en origen de los desechos en condiciones de ser reutilizados”. “A través de Varela Recicla, la propuesta fue preservar el ecosistema al evitar la presencia de basura”, añadió.
En el empalme de Diagonal Granaderos de San Martín con Boccuzzi, la transformación implicó la colocación de juegos saludables y de esparcimiento, el establecimiento de áreas de descanso, la creación de un circuito destinado a los ciclistas más el sembrado de ejemplares arbóreos.
El presidente en la Sociedad de Fomento Zeballos, Roberto Marcelo Uño, definió como “un logro muy importante el trabajo en equipo con los frentistas, quienes acercaron el proyecto a las instituciones” al tiempo que valoró los “resultados obtenidos luego de la intervención del Municipio en la renovación del predio”.
“Un sueño hecho realidad: tener una plaza amplia y limpia para disfrutar”, aseguró el integrante de la Unidad de Gestión Local tras revelar que “un intento de ocupar el lugar por gente que no era de la zona encendió las alarmas e iniciamos nuestra labor”.
Uno de los impulsores para una iniciativa que nació bajo la premisa de mantener el espacio en buenas condiciones, Cristian Romairone, recordó: “Solíamos juntarnos para cortar el pasto o sacar la suciedad. Afortunadamente, llegó la ayuda desde la Municipalidad. De otro modo, esto no sería posible”.
“La transformación fue total: instalaron juegos para los más chicos, un sector donde entrenar y una cancha de vóley. Además, confirmaron la reparación de la iluminación que genera más seguridad. Sin dudas, un punto de reunión para todos”, detalló.
“Esto era un basural con pastizales muy altos. Tierra de nadie. Ahora quedó hermoso”, afirmó Mauro Pereyra quién llegó a Florencio Varela en 1954 y obsequió un árbol para plantar que conservaba en su hogar. “Vendré a pasear con mis nietos”, afirmó.
Estuvieron también presentes la representante de la Asociación Civil, Cultural y Deportiva Granaderos -Valeria Larraburu-, referentes de Barrios de Pie e integrantes del Voluntariado Ambiental.