domingo, noviembre 24, 2024

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Más de una cuarta parte del préstamo del FMI se usó para financiar fuga de capitales especulativos

Más de una cuarta parte del préstamo por US$ 45.500 que otorgó el Fondo Monetario Internacional (FMI) a la Argentina entre 2018 y 2019 se destinó, junto a las reservas internacionales, a financiar la fuga de capitales especulativos, según un informe del Banco Central (BCRA) .

En total, la fuga de capitales del sector privado alcanzó entre mayo de 2018 y octubre de 2019 los US$ 45.100 millones, de los cuales los llamados capitales especulativos fueron unos US$ 11.500 millones, lo que representa el 25,5% del préstamo otorgado por el FMI.

Los datos provienen del informe de «Mercado de cambios, deuda y formación de activos externos, 2015-2019», uno de los documentos que el Banco Central presentó ante la Sindicatura General de la Nación (Sigen) y la Oficina Anticorrupción (OA) para pedir que se investigue si hubo perjuicio al Estado en la firma de los acuerdos acordados por la Argentina con el FMI en 2018.

Al respecto, el informe del BCRA -presentado en mayo de 2020- señaló que «el préstamo del FMI pasó a ser la fuente primordial de nuevo financiamiento durante el período comprendido entre mayo de 2018 y octubre de 2019» ya que en ese momento «el país enfrentaba una creciente demanda de divisas en concepto de atesoramiento de residentes, salida de capitales especulativos y pagos de deuda».

«Entre mayo de 2018 y hasta que fueron establecidos los controles cambiarios más estrictos en octubre 2019, del total pautado con el FMI llegaron a desembolsarse cerca de US$ 44,5 mil millones», detalló el informe.

Y agregó: «Estos fondos junto a las reservas internacionales, abastecieron una fuga de capitales del sector privado, que alcanzó los USD 45,1 mil millones, una salida de capitales especulativos por USD 11,5 mil millones y los servicios de la deuda (pública y privada) por USD 36,9 mil millones».

Según describió el BCRA, la dinámica de movimientos de capitales durante el período 2015-2019 se dividió en dos etapas, una primera que se extendió hasta comienzos de 2018, caracterizada por un fuerte ingreso de divisas, y otra inmediatamente posterior en la que se invirtió el flujo de dinero.

En la primera, ocho de cada diez dólares que ingresaron al país tuvieron su origen en «colocación de deuda y capitales especulativos» y la formación de activos externos de los residentes alcanzó los US$ 41.100 millones.

«El ingreso de divisas por deuda pública, privada e inversiones especulativas de portafolio sumaron US$ 100.000 millones en el período», aseguró el Central.

Sin embargo, con la reversión de los flujos de capitales a principios de 2018 comenzó el segundo período en el que se aceleró la salida de capitales del país.

«La evolución de la formación de activos externos, que operó prácticamente sin restricciones desde 2016, se triplicó en cuatro años al pasar de USD 8,5 mil millones en 2015, a niveles cercanos a los USD 27 mil millones en los años 2018 y 2019», señaló el informe.

Por último, apuntó que «el stock de billetes que el sector privado mantiene en su poder por fuera del sistema (el denominado «colchón»), cerró 2019 en US$ 175.000 millones (aumentó US$ 55 mil millones respecto de diciembre de 2015) y los depósitos en el exterior alcanzaron USD 44 mil millones, USD 14 mil millones por encima de diciembre de 2015″.