La venta de combustibles en las estaciones de servicio registraron un incremento del 26% a nivel país respecto al mismo mes de 2020, con lo que superaron en un 2,6% los niveles prepandemia de febrero del año pasado, de acuerdo al informe de cierre del año Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines (Cecha).
Más allá de la mejora en la medición interanual, en Cecha analizaron el impacto de la caída del volumen de ventas producto del escenario generado por la recesión iniciada en el segundo cuatrimestre de 2018 más la emergencia sanitaria por la pandemia.
“Cuando la pandemia nos encontró en marzo de 2020, la situación de las estaciones era muy compleja tras casi dos años de recesión. Comparado con abril de 2018, el punto donde comienza este cuadro de caída, la pandemia nos tomó casi 6 puntos por debajo de esos valores y la pandemia potenció todo”, sostuvo Gabriel Bornoroni, presidente de Cecha en un encuentro con la prensa.
De esta manera, las cifras dadas a conocer esta semana reflejaron que en octubre pasado se vendieron 1.530.202 m3 de combustibles líquidos (en las distintas variedades de nafta y gasoil), es decir un 26,9% más en en el mismo mes de 2020, cuando se registraba una incipiente consolidación de apertura y movilidad por la pandemia.
Si la comparación se hace con febrero 2020, el último mes sin impacto de la declaración de la pandemia en la Argentina, se observa una mejora de las ventas de 2,6%, aunque metodológicamente Cecha toma como referencia abril de 2018, el último mes pre inicio de recesión respecto del cual se encuentra un 3,3% abajo.
Según esos cálculos, a lo largo de este período de 40 meses las estaciones de servicio «se perdieron de vender 8,2 millones de metros cúbicos de combustible por el combo recesión+pandemia, el equivalente al despacho de cinco meses completos», remarcó el titular de Cecha.
En ese período ya recuperaron niveles de abril de 2018 las provincias de Córdoba, Corrientes, Entre Ríos, La Pampa, Mendoza, Misiones y Santiago del Estero, mientras que el resto se mantiene en terreno negativo.
En el encuentro con la prensa también se destacó que «no existe relación entre el precio de los combustibles y la inflación», al señalarse que durante los últimos seis meses en los que los combustibles se mantuvieron sin aumentos, los precios al consumidor se incrementaron 13,1%, con particular incidencia de alimentos y bebidas que se incrementaron 11.7%.
“Para nosotros es vital combatir este mito de que los aumentos de nafta luego se trasladan al resto de los productos”, porque le abre la puerta a aumentos discrecionales por parte de algunos vivos, que aumentan por las dudas un 5% cuando la nafta sube 5%, aun cuando el combustible no sea una parte representativa de sus costos», expresó Bornoroni.
También subrayó la afectación que representa para los estacioneros la falta de aumentos en los surtidores: «Antes del congelamiento, una estación de Servicio necesitaba vender 600 litros de súper para pagar el sueldo de un playero. Hoy esa cifra creció a los 800 litros».
«En este contexto -detalló- a noviembre de 2021, el 52,6% de las estaciones de servicio del país no llegan a vender por arriba del punto de equilibrio, que es la cantidad de litros de nafta que tiene que despachar al mes para salir sin ningún tipo de pérdidas. Actualmente, ese volumen se encuentra en los 315 mil metros cúbicos al mes».
El informe también ponderó la distribución de lo que paga el consumidor a la hora de cargar nafta, y el peso de la carga impositiva que tiene el combustible.
Así a noviembre de 2021, considerando el precio promedio en todo el país, de los $ 4,962.47 que cuesta llenar un tanque de 50 litros de nafta súper, $ 1,813.56 van, de una u otra manera, a distintos niveles del Estado, a través de tasas municipales, impuestos provinciales e impuestos nacionales.