Mujeres en situaciones de violencia reciben capacitaciones y talleres sobre gestión menstrual en el Partido de la Costa. Lo hacen a través de un proyecto que busca visibilizar que «opera como un factor más de desigualdad con respecto a las mujeres y las personas útero portantes», indicó su coordinadora, Sandra Sánchez.
«En Clave Rojo. Menstruar es político» es uno de los proyectos que quedó seleccionado por el Programa Articular del Ministerio de Mujeres, Género y Diversidad y comenzó su ejecución en el 2021.
«Además de decir que la menstruación es una desigualdad que vivimos las mujeres y les útero portantes, también nos interesaba que se conozcan otros materiales como puede ser la copa menstrual o el uso de toallas reutilizables por una cuestión de cuidar el ambiente», dijo Sánchez (51), responsable del proyecto que se presentó en octubre de 2020, a Télam.
La iniciativa, que tuvo lugar en la localidad de San Clemente del Tuyú, donde alrededor de 25 mujeres, adolescentes y jóvenes que atravesaron situaciones de violencia por motivos de género recibieron capacitaciones y kits con elementos de gestión menstrual, se replicará en Tandil.
«Muchas de esas mujeres, además de ser violentadas físicamente, también lo son económicamente. Muchas veces se tienen que ir de sus casas y el proveedor es ese hombre violento. Entonces también tienen cierta vulnerabilidad económica», explicó Sánchez.
El proyecto se dividió en tres ejes principales.
«El primer momento era la parte comunicacional para instalar el tema. Nuestras comunidades son más pequeñas y hay cosas que quizás no son tan comunes en nuestra cotidianeidad. Por eso llevamos adelante, además de la parte gráfica y sonora de la campaña, colectas de elementos de gestión menstrual en cajas en los comercios locales para que lo vean», detalló.
Un segundo momento fue la capacitación a través de diferentes talleres que se llevaron adelante cuando fue posible reunirse de manera distanciada.
«Finalmente -y esto está en camino-, poder presentarle al Honorable Concejo Deliberante un proyecto de ordenanza para que la municipalidad pueda continuar el proyecto en otras localidades del Partido de la Costa», continuó.
Para Sánchez, el sector destinatario del proyecto se trata de un grupo poblacional que se vio «sobrecargado» por la crisis ocasionada por la pandemia.
«Sentimos que durante el primer año de la pandemia, donde se sintió aún más la vulnerabilidad de las personas, era una carga más a resolver para las mujeres y útero portantes», dijo.
Y amplió: «Nos ha pasado que las economías de compañeras nuestras fueron pulverizadas al quedarse sin trabajo y tener que estar pensando en si comprás un paquete de arroz o te comprás las toallitas que habitualmente usabas. Eso genera no solo vulnerabilidad, sino también una violencia».
«Creemos que este conjunto de cosas iban en detrimento del bienestar en algo que no podemos evitar: todas las personas útero portantes todos los meses tenemos esta misma situación», concluyó.