A 20 años del crimen de Andrea Viera, la joven embarazada que fue torturada tras ser detenida en mayo de 2002 en Florencio Varela, familiares, amigos, vecinos e integrantes de organizaciones sociales y por los derechos humanos realizaron ayer un homenaje frente a la comisaría 1ra. de ese partido bonaerense donde recordaron a la víctima, quien falleció doce días después de haber estado alojada en esa seccional.
El acto comenzó a las 10.30, con el lema «memoria, verdad y justicia» y en la puerta de la sede policial ubicada en avenida San Martín 425, de dicho partido del sur del conurbano, donde también hubo una intervención visual.
El homenaje fue encabezado por la hermana de Andrea, Eugenia Vázquez, al tiempo que los manifestantes portaron pancartas con la imagen de la víctima.
Mientras que a través de las redes sociales el caso fue recordado por distintos organismos, entre ellos el Espacio Memoria y Derechos Humanos (ex ESMA).
En igual sentido se expresó la Comisión Provincial por la Memoria (CPM) que resaltó que Eugenia «luchó incansablemente desde el primer día llevando el pedido de justicia por el asesinato de su hermana a todas los espacios posibles».
También recordaron a Andrea desde la agrupación H.I.J.O.S. y la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación y de la Provincia de Buenos Aires.
Por el caso hubo un primer juicio oral en 2006, cuando condenaron a prisión perpetua la cabo primero Marta Jorgelina Oviedo, mientras que resultaron absueltos por el beneficio de la duda otros cuatro policías: David Gutiérrez, Carlos Maidana, Oscar Luciano Farías y Diego Herrera.
«No podemos olvidar nunca la ejecución de Jorge Galván Plaza. Fue una ejecución mafiosa de la Policía que ocurrió el 27 de abril de 2007 y lo dejaron en un arroyo del barrio Pepsi», recordó Eugenia.
Ese hombre de 33 años fue uno de los 22 testigos que declararon durante el debate oral y que presenciaron las torturas a Andrea en la comisaría 1ra. de Florencio Varela, donde estaban detenidos.
Mientras que en 2011 hubo un segundo juicio con seis policías sentados en el banquillo de los acusados, pero solo David Gutiérrez fue condenado a 10 años de cárcel y Daniel Maidana a 4, pero como éste último ya había estado detenido ese día quedó en libertad.
En tanto, en 2013 el excabo Marcelo Aquino recibió prisión perpetua por el delito de «tormentos seguidos de muerte» y el exsuboficial, Pedro Mensi, fue absuelto.
Eugenia dijo que en mayo de 2017 fue absuelto el excomisario José Oscar Sita, mientras que el exsubcomisario Rafael Ominelli continúa hoy con pedido de captura internacional, pero a pesar de eso trabajó como «jefe de seguridad en el club Independiente y luego tuvo una inmobiliaria en Villa Elisa, partido de La Plata».
Por último, en febrero de 2018 hubo cuatro policías acusados, pero el principal testigo, la pareja de Andrea, no se presentó al debate oral y fueron absueltos.
«Mi cuñado tiene las secuelas hasta hoy de haber presenciado y escuchado las torturas a su compañera de vida y él nunca se recuperó de ese hecho», afirmó la hermana de la víctima.
El hecho ocurrió el 10 de mayo de 2002, cuando Viera (25) y su pareja, Gustavo Cardozo, salieron de su casa en Florencio Varela para visitar un familiar y en el camino se bajaron del colectivo 324 porque ella estaba descompuesta.
La pareja se sentó en el umbral de una casa y de repente un grupo de policías la detuvo tras acusarla de haber disparado contra un efectivo poco antes en un tiroteo en el que murió un joven.
Viera fue llevada a una dependencia de la seccional donde la cabo Oviedo y otros policías querían que confesara su participación en el tiroteo en el que había resultado herido el policía.
Entonces, le gritaron «rata», le tiraron del pelo y la golpearon arriba de un escritorio hasta dejarla desmayada.
Ante esa situación, los policías llamaron a una ambulancia que trasladó a la joven al hospital «Mi Pueblo», donde murió doce días más tarde.
Por su parte, Cardozo también fue golpeado mientras estaba preso en un sector de contraventores de la comisaría, pero como fue liberado al día siguiente se convirtió en el testigo clave para esclarecer los hechos.