La subsecretaria Salud Mental, Consumos Problemáticos y Violencias del Ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires, Julieta Calmels, resaltó hoy «los grandes avances» de la nueva norma que regula la atención de este tipo de pacientes en el distrito y destacó la importancia de hacer hincapié en la «continuidad de los cuidados».
En declaraciones formuladas a FM 97 Une, la funcionaria reflexionó que si bien a menudo “se apunta a la discusión sobre la ley de Salud Mental, quizá hay que avanzar en poder discutir y construir un sistema de salud acorde a las necesidades de la salud mental que tiene el pueblo de nuestra Provincia”.
Consultada sobre el reciente episodio ocurrido en el departamento de Felipe Petinatto en la ciudad de Buenos Aires, donde murió calcinado un amigo del joven en el medio de un incendio, y las declaraciones de familiares con críticas a la ley de Salud Mental, Calmels aseguró que la norma que se encuentra vigente “tiene un capítulo entero que prevé las internaciones involuntarias, sólo basta con que un equipo de salud lo indique”.
Además, agregó que lo que se incorpora ahora es “que luego de la internación involuntaria se debe avisar a un juez para que haga el control de legalidad, porque es una privación de la libertad y además se puede requerir del auxilio de las fuerzas de seguridad por las situaciones de alta complejidad que se pueden generar”.
Sin embargo, Calmels dijo que “las internaciones son uno de los recursos en el marco del abordaje de la salud mental” que se ponen en práctica cuando “no han funcionado otras estrategia de tratamiento ambulatorio».
En ese marco, describió que el sistema público cuenta con 4 neuropsiquiátricos y aclaró que el gobierno no va a cerrar el sector de agudos, en el área de neuropsiquiátricos.
«Las internaciones siguen transcurriendo, tanto voluntarias como involuntarias», continuó y aclaró que «en este último tiempo, en la provincia de Buenos aires hubo más de 18 mil internaciones por motivos de salud mental y, entre ellas, hay muchas que son involuntarias».
Sin embargo, indicó que «sí está la voluntad de reformar todos los pabellones de pacientes crónicos en los neuropsiquiátricos porque se ha demostrado que el aislamiento prolongado no es beneficioso para las personas”.
“Cuando llegamos había más de 1.800 personas internadas. Muchos no tenían criterio de internación, sino que se encontraban allí de manera crónica. El 42% tenía más de 10 años de internación. Y una persona internada por más de 10 años no está atravesando ningún proceso crítico. En su mayoría estaban ahí por motivos sociales y por un modelo histórico de tratamiento de la salud mental que ya caducó en Argentina y en el mundo”, recalcó.
La funcionaria detalló que “en muchas de las situaciones que son de complejidad no alcanza con una sola internación; se requiere tiempo y probar diferentes estrategias. La internación nos permite salir del estado crítico, pero cuando se sale de la internación, cuando el problema por el que se ingresó fue complejo, se requiere de una continuidad en el cuidado».
“El sistema de salud tiene que seguir avanzando en incrementar los procesos de cuidado y al mismo tiempo tender a que estos procesos sean más accesibles para las personas y sus familias», destacó.