El diputado nacional Máximo Kirchner consideró este sábado que «muchos de los que no muestran sus voces son los mismos que no aparecieron durante el macrismo», al exponer en un encuentro de intelectuales, docentes, trabajadores de los medios y la cultura que se realizó en la Universidad de Quilmes en homenaje al fallecido sociólogo y exdirector de la Biblioteca Nacional Horacio González.
«Algunas personas a las que nada les costó y que así como no muestran sus voces en ‘los off’ tampoco las mostraron durante el macrismo, nos terminaron haciendo mucho daño por particularidades personales», repasó Kirchner en su intervención durante el foro convocado como primer Plenario del Pensamiento Nacional y Popular.
En ese sentido, el legislador del Frente de Todos agregó: «Cuando tomé la decisión de dejar la conducción del bloque, nadie se enteró, hasta que se enteraron las personas que se tenía que enterar. Nada. No hubo un solo off, ni un solo trascendido».
El titular del PJ bonaerense recordó por otro lado a «la cantidad de compañeros perseguidos, encarcelados, que se la bancaron y que fueron al frente» durante la gestión de Mauricio Macri, y consideró que esa gente «merece más respeto de esos que van a hablar en off».
En el encuentro se debatió la actualidad política, con la idea de «recuperar la tradición del pensamiento crítico y creativo» con la participación de referentes e intelectuales que reivindican «la agenda del proyecto nacional, popular, democrático y feminista».
Entre los primeros disertantes estuvo la ensayista María Pía López, encargada de abrir la jornada, quien valoró que el plenario llevara el nombre de Horacio González porque, resumió, «fue un militante crítico» pero «también un intelectual en la arena política».
Otra de las oradoras, la directora del Instituto Cultural bonaerense, Florencia Saintout, llamó a darle «una continuidad de múltiples maneras» a este tipo de iniciativas, propuesta que encontró eco entre otros participantes, como el locutor y periodista Víctor Hugo Morales, la cantante Liliana Herrero, el investigador del Conicet Roberto Salvarezza, las periodistas Telma Luzzani y María Seoane, como también el exvicepresidente Amado Boudou.
Del encuentro también formaron parte el asesor presidencial Alejandro Grimson, la economista Delfina Rossi, el filósofo y politólogo Eduardo Rinesi, el periodista Carlos Barragán, su par Jorge Elbaum, el escritor Marcelo Figueras, el teólogo Rubén Dri y el intendente de Hurlingham Damián Selci (FdT), autor de varios libros de ensayo político, quien reclamó «tener cuidado con que la unidad no signifique ajuste».
También se hizo presente el filósofo Ricardo Forster, asesor de la Presidencia de la Nación, quien alertó sobre el «peligro» que implica el avance progresivo del «capitalismo neoliberal», al que definió como «la barbarie, la irracionalidad», para luego advertir sobre el riesgo de que «el martirologio y la derrota sean el fundamento de nuestra política».
El foro contó además con la presencia de la extitular del Incaa Liliana Mazure, la docente universitaria Alicia Entel, la intendenta de Quilmes Mayra Mendoza, el sociólogo especializado en medios Daniel Rosso y los periodistas Cynthia García y Roberto Caballero, entre muchas otras personas.
«Es mentira que se puede construir la unidad en abstracto, algunos desean los votos pero nos operan por los diarios, por la TV, las radios», planteó Caballero, y luego añadió: «Lo fundamental es que si no queremos que triunfe la derecha, dejemos de ser de derecha».
Cerca del cierre, Rosso aseguró que «si hay algo que nos tiene que preocupar es cuando no molestamos» y luego describió un panorama que consideró preocupante pero actual, en el que «la derecha se autoriza a decir cosas mientras nosotros (por el espacio nacional y popular) nos quitamos autoridad para decir más cosas».
El plenario se extendió por varias horas en la sede Bernal de la Universidad de Quilmes, donde los más de cuatrocientos asistentes debatieron sobre «de qué manera profundizar el camino de la redistribución y la construcción de soberanía» o cómo enfrentar «la maquinaria de guerra mediática» y la acción de un «poder judicial que condiciona a la política», según se había anticipado en la gacetilla de invitación.