El sábado 18 de junio la Diócesis de Quilmes se congregó en las puertas del Hospital Evita Pueblo de Berazategui para iniciar la procesión hacia la Parroquia Nuestra Señora de la Merced y celebrar la fiesta diocesana del Cuerpo y Sangre de Jesús. Una multitud se hizo presente en la tarde fría y soleada de junio en la que participaron el Obispo de Quilmes, Carlos José Tissera, el obispo auxiliar de Río Gallegos, Juan Carlos Romanín, sacerdotes y diáconos de la Diócesis.
En la misa que se celebró en el gimnasio del colegio Padre Márquez, aledaño a la parroquia, el Padre Obispo Tissera invitó a no cansarse de hacer comunidad y a que “no nos dejemos robar la esperanza”. Y en su homilía recordó que “la pandemia y sus consecuencias nos motivaron para empezar nuestra procesión de Corpus en el Hospital «Evita pueblo». El evangelio que hemos escuchado nos presenta a Jesús dando consuelo curando a los enfermos. Él ha venido a sanar los corazones afligidos”.
Además, el obispo de Quilmes expresó su preocupación por “la mesa de los argentinos, como la de tantos pueblos del mundo que sufren las consecuencias de la pandemia, de las malas políticas y en el fondo, por causa de la ambición humana que, aprovechándose de la necesidad, crea poderosos imperios que monopolizan los alimentos.
La enseñanza de Jesús es: si los recursos se comparten, habrá lo suficiente para todos. El milagro nos causa admiración, pero no menos importante es el mensaje que nos deja. Que todos juntos enfrentemos los problemas de fondo de nuestra sociedad, para que nadie tenga demasiado y otros no tengan lo suficiente; o para que nadie sea obligado a gastar su tiempo, su salud y su propia vida para que unos pocos acumulen inmensas fortunas. El verdadero milagro es el cambio del corazón”.
Monseñor Tissera también afirmó que “participar de la Eucaristía es comprometerse con las necesidades concretas del pueblo, abriendo caminos de comunión y de solidaridad, contra la dispersión, compartiendo los bienes en justicia y mayor equidad. Es desde el corazón mismo de una comunidad donde nace la abundancia.”
Durante la misa, con el lema “Con María nos ponemos en camino” se recibió la réplica de la Virgen de Luján que peregrinará en todas las parroquias de la diócesis de Quilmes.