Médicos del Hospital El Cruce de la localidad bonaerense de Florencio Varela realizaron un reemplazo total de aorta abdominal a una paciente de 27 años que ingresó a ese centro de salud con un aneurisma toracoabdominal tipo IV roto, un procedimiento sin precedentes en la Argentina, que fue presentado hoy por los cirujanos del centro de salud.
Ivana ingresó al hospital de alta complejidad El Cruce – Néstor Carlos Kirchner el pasado 15 de junio a las 5 de la mañana con una condición crítica ya que se le había desgarrado la aorta abdominal, y 11 horas más tarde, luego de una serie de estudios previos, comenzó la intervención con la que los médicos le salvaron la vida.
Este mediodía, en conferencia de prensa, Marcelo Nahin, Coordinador Trasplante Cardíaco del hospital, detalló que «es el primer reemplazo total de aorta abdominal por un aneurisma toracoabdominal tipo IV roto», y remarcó que «se han realizado algunas cirugías de este tipo pero nunca de emergencia».
«Nunca en un paciente que esté en un estado desesperante porque la arteria aorta está rota y es urgente», recalcó el también codirector del Programa de Tromboendarterectomia Pulmonar del Hospital El Cruce mientras brindó detalles de la intervención que duró más de seis horas.
Ivana, quien será dada de alta hoy, tiene «un síndrome genético muy raro» denominado Loeys Dietz, que se desarrolla con la mutación de un gen en el tejido conectivo «y se caracteriza por debilitar las arterias, sobre todo la aorta», explicó Nahin.
También explicó que la joven ingresó con un aneurisma de 85 milímetros, un hematoma que daba cuenta de sangre extravasada -es decir, acumulada alrededor de la arteria- y que «durante la intervención» se comprobó «que la aorta tenía una laceración de 12 centímetros de largo en su cara anterior».
La ruptura de un aneurisma de estas características reviste una mortalidad del 90 por ciento en las primeras horas de producida sino se realiza el reemplazo, una intervención que reviste un alto grado de complejidad por la urgencia, por las ramas que nacen en la arteria y por la dificultad que requiere el acceso a la misma.
Para realizar la intervención hay que «acceder en simultáneo por dos de las tres cavidades del cuerpo humano», por el tórax y el abdomen con una incisión que se llama «toracofrenolaparotomia».
Además, dado que la aorta abdominal «por su cara anterior involucra el nacimiento de las ramas viscerales y por sus caras laterales el de las arterias renales», hubo que reimplantarlas en el tubo».
En este tipo de cirugías «se aborda el abdomen por vía extraperitoneal, se utiliza la vía retrorenal izquierda, es decir, levantamos todos los órganos abdominales hacia la derecha, dejando el riñón izquierdo contenido y con una pinza clampeamos la aorta toráxica y accedemos al aneurisma por atrás», detalló el especialista.
Y precisó que este acceso es necesario porque en la cara anterior de la aorta abdominal se encuentran las ramas que llevan el aporte nutricio a «los órganos intestinales y desvascularizaríamos todos los órganos abdominales», por ello se aborda por detrás, y se reemplaza «toda la aorta abdominal reimplantando las ramas viscerales», explicó.
Ante este escenario, Nahin consideró que la intervención fue «todo un desafío» y que se realizó en tiempo y forma «gracias a que El Cruce, un centro de alta complejidad, trabaja en red con otros hospitales del país y gracias al trabajo en equipo de todo el personal».
Durante la conferencia de prensa, Ivana agradeció al Hospital por aceptar su caso, ya que antes habían intentado derivarla a otros dos centros que la rechazaron dada la complejidad del cuadro y a «al doctor Nahin y a todo el personal: médicos, enfermeros, camilleros, de limpieza, de la cocina, de seguridad que siempre estuvieron preocupados y atentos a todo».
«Me sentí muy cuidada y muy querida», dijo la joven emocionada, y remarcó que «hubo un cuidado muy humanizado de todos los médicos».
Por su parte, Ariel Sáez, director ejecutivo del centro de salud aseguró que «es un orgullo» haber realizado la intervención con éxito, y destacó que «era una cirugía que si no se hacía revestía una posibilidad de mortalidad alta y se pudo hacer todo en tiempo récord».
También aseguró que el éxito de la intervención se debe «al trabajo en red. Este es un hospital que nació en red, tanto de la salud pública de la provincia (de Buenos Aires) como de la Nación».
«Esto es consecuencia de un trabajo en equipo experto», apuntó Sáez, y destacó las tareas de todo el personal de salud del hospital El Cruce que trabaja para garantizar la salud «con un cuidado humanizado desde que se abre la puerta para recibir a un paciente hasta que se vuelve a abrir para darle el alta».
Ivana que «desde este año» celebrara «un segundo cumpleaños todos los 15 de junio» regresará hoy a su Tres Arroyos natal donde vive junto a su madre, su padre y su hermana, para seguir estudiando Seguridad e Higiene y desde donde, además, deberá iniciar un cuidado de su salud con controles semestrales.