El Municipio de Quilmes fue sede del primer encuentro de formación ambiental y desarrollo sostenible en el marco de la Ley 15276, que establece la capacitación obligatoria en la materia para todas las personas que se desempeñen en la función pública en el ámbito de los tres poderes del Estado Provincial.
Al respecto, la ministra de Ambiente provincial, Daniela Vilar, expresó su orgullo por estar implementando la ley a solo un año de su sanción y, seguidamente, destacó el compromiso ambiental de la gestión que encabeza la intendenta Mayra Mendoza en Quilmes: “No es casual que hayamos elegido este Municipio para hacer el lanzamiento de este programa de formación. Son el distrito modelo y el conjunto de trabajadores y trabajadoras modelo para todos los distritos de la provincia de Buenos Aires, para todo el conurbano. Valoramos el trabajo que hacen en cada una de sus secretarías para construir un Quilmes justo, profundamente ambiental y profundamente solidario”.
En otro tramo de su discurso, Vilar se refirió a la necesidad de construir sentido común contrahegemónico desde la gestión pública: “El ambientalismo también es un territorio en disputa, y los compañeros y compañeras del campo nacional y popular tenemos que dar esa disputa. Cristina plantea siempre una cosa: trabajar, trabajar y trabajar, militar, militar y militar, hasta que lo imposible se vuelva inevitable”.
Por su parte, la secretaria de Ambiente y Desarrollo Sostenible local, Eva Mieri, aseguró: “Es un honor y un orgullo que la presentación de esta Ley fundamental sea en nuestra ciudad. Quiero agradecer la presencia no solo de los funcionarios y funcionarias, sino también de los compañeros y compañeras de distintas cooperativas de reciclado, cartoneros de Quilmes, cartoneros de Itatí, huerteros y huerteras comunitarias, docentes de los talleres de nuestras escuelas de jardinería, y a la militancia ambientalista de Quilmes”.
Y enfatizó: “Desde este Estado Municipal, desde la gestión de la intendenta Mayra Mendoza, queremos ponderar ese trabajo central que realizan tantos recuperadores y recuperadoras urbanas en la ciudad, en la provincia y en el país, y abrazar a cada una de las iniciativas, para poder hacer de Quilmes no solo una ciudad limpia y sustentable, sino también con inclusión social”.
A su turno, el senador provincial Emmanuel González Santalla, autor de la ley 15.276, contó que “el proyecto nació en pandemia. En ese momento lo empezamos a pensar y trabajar. Ustedes saben que, además de profundizar la situación económica que nos dejó el macrismo, la pandemia también vino a exponer una crisis social y ambiental muy profunda en todo el país, pero sobre todo en el conurbano bonaerense”.
Y, luego, indicó que “esta ley es un aporte a la cuestión de cómo entendemos que se debe gestionar el Estado. Tiene que ver con reconocer que el Estado tiene que mejorar, quienes tenemos la responsabilidad de estar al frente de distintas áreas del Estado, tenemos que capacitarnos. Esta ley está pensando en una mirada del ambientalismo que es con la gente y está pensando en un modelo de desarrollo y un modelo de Estado”.
Por último, Hernán Escudero, secretario ejecutivo del IPAP (Instituto Provincial de la Administración Pública), señaló: “Nos toca acompañar un momento fundante, que tenemos que poner en valor en un contexto histórico. Es importante trabajar la capacitación situada, la capacitación como un derecho. Desde el IPAP, militamos una capacitación que tiene ver con la construcción colectiva, con la rebeldía de encontrarnos, de aprender y generar condiciones para que el lugar donde vivo, convivo, construyo, trabajo, sea mejor”.
La capacitación se realizó en las instalaciones del Teatro Municipal (Mitre 721) y estuvo a cargo del equipo de Educación Ambiental del Ministerio de Ambiente de la provincia de Buenos Aires, junto a docentes del IPAP.
Entre los temas abordados, se destacaron la perspectiva ambiental integral, la educación ambiental, el concepto del buen vivir, el ambientalismo popular, los bienes culturales comunes y el desarrollo sustentable. Se remarcó que la cuestión ambiental no está escindida de problemáticas económicas y sociales; por el contrario, los conflictos ambientales evidencian desigualdades sociales y es a través del ambientalismo popular que se han puesto en la agenda pública.