Un hombre fue declarado culpable por un jurado popular del crimen de Julia Ailin Valles, la oficial de la policía bonaerense que murió en septiembre de 2020 tras ser embestida por una motocicleta en el partido de Lanús, informaron fuentes judiciales.
El fallo recayó sobre Adrián Maldonado (30), quien fue hallado culpable del delito de «homicidio simple», tras lo cual, el martes próximo se llevará a cabo la audiencia de cesura en la que las partes pedirán el monto de la pena, que irá entre los ocho y veinticinco años de prisión.
Se trata del primer juicio por jurados en el Departamento Judicial Avellaneda-Lanús, el cual tuvo el miércoles una primera audiencia de diecisiete horas que terminó cerca de la medianoche.
Luego de deliberar por unos sesenta minutos, diez de los doce jurados declararon culpable a Maldonado.
Previamente, el acusado declaró que él no era quien manejaba la moto que embistió a Valles (31), sino otro joven que lo acompañaba.
«La prueba fílmica demostró que manejaba Maldonado y la moto estaba a nombre del padre de él», explicó a Télam Diego Raidan, abogado de la familia de la víctima, quien recordó que el imputado purgó una condena por robo y tenencia ilegal de arma de guerra.
Para el letrado, el acusado tuvo «intenciones de matar»; por ello, en su alegato solicitó que sea declarado culpable de «homicidio agravado», el cual se castiga con perpetua y requería un fallo unánime de los doce jurados.
«La calzada estaba seca y bien iluminada. Y no se advirtieron marcas de frenado. Además, eran plena cuarentena y embistió a la única mujer que estaba en el puesto», señaló el abogado.
A su vez, los fiscales Natalia Millone y Héctor Toneguzzo hicieron el mismo requerimiento que Raidan; mientras que la defensa planteó la absolución con la hipótesis de que Maldonado no conducía la moto.
El debate, que continuará la semana próxima, está a cargo del juez del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 1 de Avellaneda-Lanús, Martín Pizzolo.
En el juicio estuvo presente la familia de Valles, quien fue acompañada por Diego Kravetz, jefe de gabinete del Municipio de Lanús, y también encargado del área de Seguridad de dicha comuna.
El hecho ventilado en el debate ocurrió cerca de las seis del 5 de septiembre de 2020, en el cruce de Catamarca y General Hornos, en el límite de Lanús con Lomas de Zamora, en el sur del conurbano, donde estaba apostada la oficial Valles.
Fuentes policiales informaron a Télam que la mujer estaba junto a otros tres efectivos mientras realizaban un operativo de control y fue embestida por una Gilera Smash con dos ocupantes a bordo que no respetaron la voz de «alto».
La víctima sufrió graves heridas y falleció a los pocos minutos como consecuencia del impacto, pese a las tareas de reanimación del personal médico que había sido alertado por sus compañeros.
En tanto, quienes iban a bordo de la moto fueron identificados como Adrián Maldonado (28) y Matías Rosales (23), quienes sufrieron lesiones leves y no portaban armas de fuego.
En principio, ambos quedaron aprehendidos a disposición del fiscal Sergio Schafer, a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 2 descentralizada en Lanús, Departamento Judicial Lomas de Zamora, que caratuló la causa como «homicidio culposo».
A partir de las tareas investigativas se obtuvieron imágenes de una cámara de seguridad que captó el momento del impacto y en las que se vio como la moto chocó a la policía, quien quedó tendida en el asfalto, al costado del rodado y de los dos ocupantes.
«Fue asesinada en cumplimiento del deber, era una mujer joven y valiente, con una hija pequeña y toda una vida por delante», dijo en aquel entonces Kravetz.
Ese video fue reproducido en el juicio, al que Maldonado llegó preso por el delito de «homicidio agravado» y el acompañante desvinculado de la causa.
Por otra parte, la base de control donde fue atropellada la oficial Valles, quien había egresado de la fuerza provincial en el 2016 y tenía una hija de dos años, había sido inaugurada la misma semana del hecho con el objetivo de controlar vehículos, ya que el principal delito en la zona es bajo la modalidad de «motochorros».
«A mí me dejaron sin hija y a mi nieta sin mamá, que cuando llega pregunta por su mamá, dónde está, ¿cómo le explicás que no la va a ver más? Es muy doloroso», expresó el día después del hecho Mónica Spataro, madre de la víctima.