El gobernador bonaerense, Axel Kicillof, calificó como un «error garrafal» la represión de la Policía de la Ciudad a los manifestantes que se concentraron frente al domicilio de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner y señaló que con esa actitud «los macristas optaron por el camino de la violencia».
«La gente iba a plazas a manifestarse y terminó una multitud de cientos de miles de personas», dijo Kicillof sobre la movilización en el domicilio de la vicepresidenta, en el barrio porteño de Recoleta, en señal de respaldo ante el pedido de condena en su contra en la causa conocida como Vialidad.
En diálogo con Radio 10, afirmó que la represión policial fue un «error garrafal» porque «simplemente los macristas optaron por el camino de la violencia».
En la misma línea, apuntó contra el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, al advertir que, al ser «el alcalde de una ciudad», no puede «sitiar a una vicepresidenta de la Nación» que fue «votada por la sociedad completa».
«Esto se tiene que terminar», dijo Kicillof y consideró que en el movilización «fue todo muy pacífico» de parte de los manifestantes, por lo que «quedó en evidencia que los violentos son ellos».
«Ahora también uno entiende para qué Larreta quería el traspaso de la Policía. Para equiparla con camiones hidrantes y armar una infantería para reprimir», agregó.
Además, exhortó a los dirigentes de la oposición a «reflexionar» y pidió que «dejen de tirar de la cuerda porque el peronismo y el campo popular tienen una larga historia de organización y resistencia».
Contra la proscripción
Kicillof consideró que «una parte del pueblo» se movilizó para «defender a quienes lo defienden» y también «defendiéndose a sí mismos», al señalar que los seguidores de la vicepresidenta «ven que lo que hay detrás es simplemente una política despiadada y neoliberal».
El mandatario provincial hizo referencia al alegato del fiscal Diego Luciani, en el que pidió 12 años de prisión para la vicepresidenta y la inhabilitación de por vida para ejercer cargos públicos, y lo calificó como una «vergonzosa acción persecutoria, que tuvo lugar delante de toda la opinión pública».
«Habrán pensado que el fiscal decía estas cosas e iba a salir espontáneamente una parte de la sociedad a pedir cárcel para Cristina, como si todo ese circo que armaron hubiera podido convencer a alguien», agregó.
A su vez, dijo que se intentó generar «un clima de culpabilidad» sobre Fernández de Kirchner y señaló que «proscribir al peronismo es el deporte de la derecha».
«Siempre sale muy mal cada vez que se intenta hacer algo así, violando la Constitución y las leyes», añadió.
Y en ese contexto, agregó que la muestra de apoyo por parte de un sector de la sociedad «sorprendió» a la oposición, por lo que desde el Gobierno de la Ciudad «actuaron como siempre, con poca comprensión y sensibilidad de lo que significa para el pueblo el ataque frontal a una dirigenta de la magnitud de Cristina».
«Si alguna vez la Policía de Larreta hubiera querido cuidar a la vicepresidenta, se hubiera puesto del lado de la defensa de las autoridades institucionales de nuestro país», advirtió Kicillof.