El viernes 16 de septiembre el Padre Obispo Carlos José Tissera ordenó sacerdotes para la Diócesis de Quilmes a Guillermo Esteban López y a Darío Ezequiel Viecenz, que se han formado en el seminario diocesano “María Reina de los Apóstoles”. La celebración eucarística se llevó adelante en la Catedral de Quilmes a las 19.00 y también contó con la presencia del Padre Obispo Marcelo (Maxi) Margni, de la Diócesis de Avellaneda-Lanús, del Padre Obispo Luis Teodorico Stöckler, emérito de Quilmes, del Padre Obispo Juan Carlos Romanín sdb emérito de Río Gallegos, y un gran número de sacerdotes y diáconos.
“Hagan esto en memoria mía”, fue la cita bíblica que eligió el ya Padre Darío, mientras que «El que quiere ser el primero que se haga el último y el servidor de todos», fue la que representó al Padre Guillermo. El Padre Obispo Tissera resaltó en su homilía que “en este templo emblemático de Quilmes, nuestra Catedral, seremos testigos de otro maravilloso gesto del amor misericordioso de Dios. Ustedes serán ordenados sacerdotes hoy. Muchos de los presbíteros acá presentes, también fueron ordenados aquí. El próximo lunes 19, celebraremos un nuevo aniversario de la ordenación episcopal del Padre Obispo Jorge Novak, realizada en este altar. Hoy lo recordamos con un corazón agradecido.” Además de recordar que “cualquiera podría preguntar: ¿para qué ser sacerdote? Para celebrar la Eucaristía y para perdonar los pecados. Toda otra cosa pueden hacerlo las personas laicas, como me lo han oído decir tantas veces en estos años de formación. Nadie puede consagrar el pan y el vino sino el sacerdote. Nadie puede perdonar sacramentalmente los pecados, sino el cura, como popularmente lo sabe la gente.”
El Obispo de Quilmes les habló a los nuevos sacerdotes: “Querido Darío, querido Guillermo: les deseo que sean curas felices. Serán felices en la medida que se sepan cada día instrumentos de la gracia de Dios. El Señor Jesús es el Buen Pastor. Nosotros sólo sus instrumentos. Él seguirá apacentando a su pueblo a través de ustedes. Déjense pastorear por Él, y en esa medida, siendo instrumentos de su amor, serán buenos y felices pastores en su Reino. Ya están jugados por Él y por su pueblo. Déjense amar por Él como son, y conscientes de su fragilidad, amen con todo su ser a los demás.” Y pidió a la comunidad diocesana que recen “para que los que reciben el llamado de Dios, encuentren quiénes los acompañen, los alienten y los ayuden a discernir su voluntad.”
Luego de la oración y la imposición de manos, los sacerdotes recién ordenados recibieron la vestimenta característica de los presbíteros de parte de sus familiares y de representantes de las comunidades por las que estuvieron.
El Canciller de la Diócesis, el Padre Armando Ireneo Dessy hizo públicos los decretos con sus destinos pastorales: El Padre Guillermo López trabajará en la Parroquia Nuestra Señora de Itatí, del Decanato Quilmes Oeste II, y el Padre Darío Viecenz realizará su misión pastoral en las parroquias Santa María y Santa Isabel de Hungría, del Decanato Berazategui.
Los nobeles sacerdotes agradecieron a sus formadores, a sus familias, y a las comunidades que los recibieron en todos los años de formación, y rezaron por los presbíteros difuntos de la diócesis.
Monseñor Tissera entregó a los nuevos presbíteros la bendición del Papa Francisco, y pidió “que la Inmaculada Concepción, que estuvo desde el inicio del llamado de ustedes (Darío y Guillermo), los cuide y los abrace siempre con ternura”.