Un peritaje desestimó que Jorge Ríos, el jubilado de 71 años que en julio del 2020 mató a uno de los delincuentes que lo asaltaron en su casa del partido de Quilmes, le haya disparado al asaltante en la calle, ya que no se observó ningún “fogonazo” en la secuencia de la cámara de seguridad que registró el hecho, informaron esta semana fuentes judiciales.
El informe elaborado por los expertos de la Policía Científica fue realizado en base a la filmación de cinco minutos de una cámara de seguridad ubicada a metros de la vivienda de Ríos, ubicada en Ayolas al 2700, en Quilmes Oeste, donde cae al suelo Martín “Piolo” Moreyra (26).
Voceros judiciales informaron que del informe se desprende que “no se visualiza fogonazo alguno en la filmación dentro del rango horario solicitado por la Fiscalía interviniente”.
En ese sentido, el licenciado en Criminalística Héctor Daniel Fernández, perito de parte de la defensa del jubilado, afirmó en el mismo informe que el resultado es igual a la “pericia realizada en el Instituto de Investigación Criminal y Ciencias Forenses de Lomas de Zamora, donde la misma evidencia digital que ahora se perita fue analizada cuadro por cuadro”.
“Esto ocurre porque no se han producido disparos durante la secuencia observada, de haberse producido algún disparo de arma de fuego (…) la misma cámara de video que captó con aceptable nitidez toda la secuencia, hubiera hecho lo propio con un elemento emisor de luz propia como lo es un arma de fuego de las características de la utilizada en este caso”, aseguró el experto.
También añadió que “no se observa ningún gesto por parte del imputado empuñando y disparando el arma hacia el cuerpo de la víctima, ni tampoco se observa que el cuerpo de la víctima haya sufrido algún estertor o movimiento de reacción propio de la recepción de disparos de un arma de fuego en la secuencia analizada”.
Ríos será sometido a un juicio por jurados desde el 6 de junio próximo, debate que será dirigido técnicamente por el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 3 quilmeño, como acusado de matar a Moreyra, el quinto delincuente que entró a robar a su casa.
Por ese hecho, el jubilado, quien se encuentra excarcelado y en su domicilio, está imputado de “homicidio agravado por el uso de arma de fuego”, delito por el que podría ser condenado a 25 años de prisión.
La causa por el crimen de Moreyra fue elevada a juicio por el juez de Garantías 2 de Quilmes, Martín Nolfi, a requerimiento del fiscal Ariel Rivas, quien lo había solicitado el 16 de julio de 2021, un día antes de cumplirse un año del hecho.
Los hechos investigados ocurrieron entre las 4 y las 4.50 de la madrugada del 17 de julio del 2020, cuando cinco ladrones ingresaron por tercera vez en la misma noche a robar a la vivienda de Ríos.
El herrero jubilado fue sorprendido en su casa mientras dormía, y fue golpeado e intimidado con un destornillador por los asaltantes, quienes le causaron heridas en el dorso de la mano derecha, en su antebrazo derecho, y en la cabeza, al mismo tiempo que «intentaron desapoderarlo ilegítimamente de cosas de valor existentes en la propiedad», según acreditó el juez Nolfi.
Sin embargo, los ladrones no pudieron lograr su objetivo porque Ríos extrajo una pistola Bersa Thunder calibre 9 milímetros y les efectuó varios disparos con los que los hizo huir.
En las imágenes de las cámaras de seguridad se ve que uno de los asaltantes, luego identificado como Moreyra, quedó rezagado del resto de la banda porque estaba herido y trató de huir rengueando hasta que cayó a la vuelta de la esquina.
En los mismos videos se ve que Ríos salió armado de su casa y alcanzó a Moreyra, lo pateó y, según declaraciones de testigos, le disparó.
Si bien en la filmación no se observa a simple vista ningún fogonazo por la mala calidad de la imagen, la hipótesis principal de la fiscalía es que, en ese sitio, a 60 metros de su casa, el jubilado remató al delincuente.
Sin embargo, la defensa se ampara en un peritaje balístico del Instituto de Ciencias Forenses de Lomas de Zamora, el cual determinó que Ríos disparó «a una distancia superior a los 50 centímetros».
En tanto, el personal policial que arribó al lugar minutos después de consumado el hecho tras un llamado al 911, encontró tres vainas servidas correspondientes a un arma calibre 9 milímetros.
A su vez, la autopsia al cuerpo de «Piolo» Moreyra indicó que el delincuente recibió dos balazos, uno en el tórax y otro en la región abdominal que le causó la muerte, por lo que la defensa de Ríos sugirió que pudieron haber sido «plantadas» por los policías que trabajaron en la escena.