Mediante intervención de la dependencia comunal, un vecino logró la cancelación de un crédito personal con el cual adquirió una bordeadora que presentó desperfectos en el primer día de uso.
El residente en San Rudecindo -Aldo Córdoba- comentó: “Compré el artefacto. Debía pagar una cuota cada dos meses. A la media hora de cortar el césped, comenzó a salir humo del mismo”.
El hombre señaló: “Regresé a la tienda que me vendió el aparato y pedí reemplazarlo por otro. Sin embargo, no me dieron respuesta”.
“Pasaron 20 días. Al no contar con novedades, un amigo me recomendó acudir a la OMIC. Allí, solucionaron rápido el problema. Dejaron sin efecto el préstamo”, remarcó y agregó: “Manifesté mi agradecimiento al staff. Sugerí a mis conocidos concurrir ante cualquier eventualidad”.