María de las Mercedes Esteves, familiar de tres desaparecidos durante la última dictadura cívico militar y que busca a un sobrino nacido en cautiverio, pidió «justicia» por esos crímenes que «continúan en el presente», al declarar ante el Tribunal Oral Federal (TOF) número 1 de La Plata, en el juicio que se sigue por los delitos de lesa humanidad que se cometieron en los centros clandestinos de detención ilegal de Pozo de Banfield, Pozo de Quilmes e «Infierno».
La declarante padeció en el terrorismo de Estado las desapariciones de sus hermanos José María y Gabriel, y de su cuñada María de las Mercedes Funes, quien estaba embarazada al momento de su secuestro.
El Tribunal juzga desde octubre de 2020 a 16 represores por los delitos cometidos contra 600 víctimas alojadas en los excentros clandestinos.
«Tengo tres familiares desaparecidos», dijo con pesar al comenzar a declarar ante el TOF 1, tras lo cual comenzó a detallar el secuestro de su hermano José María, ocurrido el 2 de mayo de 1977.
«Cuando lo secuestraron y desaparecieron tenía 27 años. Estaba trabajando en la Comisión de Energía Atómica. Estaba casado y tenía un hijo de pocos días. Ese día fue secuestrado por un grupo de ocho personas que irrumpieron en su casa de Haedo y se lo llevaron. Se hicieron varios hábeas corpus, se habló con militares, buscándolo y no hubo ninguna información de ningún tipo», precisó.
Esteves relató que «tres meses después, el 22 de agosto de 1977 fue secuestrado Gabriel junto con su esposa María de las Mercedes Funes. El tenía 25 y ella 24. Estudiaba agronomía y le gustaba la música».
«Tenía un grupo musical, le gustaba hacer artesanía con madera y trabajaba armando parlantes», recordó con voz quebrada.
Contó que por una sobreviviente supo que sus dos hermanos estuvieron en el Pozo de Bánfield y «por relatos de familiares sabemos que María de las Mercedes estaba embarazada, es decir que existe un sobrino o sobrina que buscamos y que tendría que haber nacido a principios de 1978».
«Hicimos todo lo necesario para que el Bando de Datos Genético tenga toda la información. Ellos tenían militancia peronista y militancia cristiana en la Iglesia Santiago Apóstol», precisó.
La testigo sostuvo que la última dictadura «implementó el terrorismo de Estado; cometió crímenes de lesa humanidad y después de 47 años no tenemos ninguna información de ellos. Por eso estos crímenes continúan en el presente y pido justicia».
A continuación declaró Ana Eugenia Mazzoti Percivati Franco, hija de María del Carmen Percivati Franco y Daniel Aldo Mazzotti, ambos desaparecidos
«El estudiaba agronomía en la UBA y mi mamá psicología. Se casaron jovencitos, ella de 19 y él de 21 años. Cuando se casaron se fueron a vivir a Haedo, y con otros militantes llevaban alimentos y ropa a los asentamientos», contó.
En medio de un sollozo, agregó: «Me contaron que mi papá era bueno…todo lo que sé de él lo sé porque me lo contó alguien, yo tenía un año y medio cuando se llevan a mis viejos».
«Era flaco, fachero, no sé si alto o bajo, en eso no se ponen de acuerdo para decirme.Tenía pelo claro y ojos grandes claros. Y mi mamá era de contextura chiquita, como yo. Muy coquera, flaca y petisa, con ojos redondos marrones», detalló.
Un grupo de policías irrumpió en la casa el 1 de agosto de 1977 queriendo llevarse a Daniel, ante lo cual María del Carmen dijo: «si lo llevan a mi marido, me llevan a mi».
«Y se la llevaron. Entonces mi abuelo materno dijo ´si se llevan a mi hija me llevan a mi´ y se los llevaron a los 3, pero mi abuelo apareció a las horas en la General Paz. Mis viejos no», dijo Ana Eugenia Mazzoti Percivati Franco.
Relató que empezó «una búsqueda incansable, todo el tiempo, durante muchos años, se hicieron muchos hábeas corpus. Y fueron crueles, llegaron a decirle a mis abuelas que ´ponga los dos platos en la mesa que los chicos vuelven para las Fiestas´».
Contó que sus dos abuelas participaron de las marchas de Madres de Plaza de Mayo, y que transcurrido un tiempo la llevaron a ella y a su hermano de pocos días a vivir a una localidad balneraria».
«Nos criaron con mucho amor, tuvimos la suerte de quedar en nuestro núcleo familiar. Tengo dos mamás y dos papás que son mis abuelos, mis primas son como mis tías. Somos lo que podemos ser pero somos.» afirmó y agradeció al Tribunal que trabaja «para que esto se sepa».
En esta audiencia también declararon dos sobrevivientes: Héctor Bonet, secuestrado el 7 de mayo de 1975 y estuvo cautivo en el Pozo de Banfield; y Julio Mogordoy, un hombre de nacionalidad uruguaya secuestrado en noviembre de 1975, que estuvo secuestrado en el Pozo de Quilmes y El Infierno.
«Han pasado apenas 48 años y cuando me citaron pensé si esta declaración es un triunfo o un fracaso. Y no tengo claramente la respuesta», lamentó.
El TOF 1, presidido por Ricardo Basilico, juzga por los delitos cometidos en el Pozo de Banfield, el Pozo de Quilmes y El Infierno al exministro de Gobierno bonaerense durante la dictadura, Jaime Smart; el exmédico policial Jorge Antonio Bergés y a los imputados Federico Minicucci; Carlos María Romero Pavón, Roberto Balmaceda y Jorge Di Pasquale.
También empezó a juzgar a Guillermo Domínguez Matheu; Ricardo Fernández; Carlos Fontana; Emilio Herrero Anzorena; Carlos Hidalgo Garzón; Antonio Simón; Enrique Barré; Eduardo Samuel de Lío y Alberto Condiotti.