El colectivo La Revolución de las Viejas y la diputada nacional Anahí Costa (Frente de Todos-Catamarca) presentaron ESTA SEMANA en la Cámara baja el «Proyecto de Ley Contra Todas las Formas de Discriminación por Edad», que define al edadismo y el viejismo desde una perspectiva de género y de derechos humanos, y la incorpora a los alcances de la ley de Antidiscriminación Argentina.
En una charla desarrollada en el Salón Auditorio, la legisladora oficialista trazó los principales lineamientos de la iniciativa, junto a sus compañeras de bloque, Mara Brawer y Rosa Martínez; y a la vocera presidencial, Gabriela Cerruti, líder de la Revolución de las Viejas.
En su intervención, Costa señaló: “Es un honor estar presentado este proyecto; agradecer a Gabriela Cerruti por su generosidad y a todo el colectivo por su espíritu federal y por su generosidad, que es llevando la voz de nuestros adultos mayores”.
“El envejecimiento poblacional es uno de los principal problemas en el mundo. En Argentina el Indec determinó que el universo es de un 15 por ciento (43 por ciento de varones y 57 de mujeres). Y debemos ver esto como una posibilidad para las políticas públicas”, añadió.
La diputada remarcó: “Todo esto nos genera un desafío, que debemos abordarlo con perspectiva de género y de derechos humanos, además de una interculturalidad; porque es importante visibilizar y proteger a nuestras personas mayores: por ejemplo es importante que tengan acceso a buenos servicios de salud, adecuados a su edad”.
“La longevidad es una dato positivo pero nos pone por delante un desafío, analizando primero cuáles son las capacidades y los aportes de estas personas mayores. Sabemos que el edadismo, que es la forma de discriminación por la edad, que se ha profundizado, surge justamente en esta época de pandemia, y en ese sentido, siento que este abordaje debe incluir el empleo, la comunicación y las tareas de cuidado”.
Por su parte, María Rosa Martínez, relató: “Me acuerdo que por el 2020 Gabriela (Cerruti) andaba por Almirante Brown, en el club Independiente, para hablar sobre el tema. Había muchas mujeres algunas conocidas y otras no, la mayoría militantes”.
“Pensaba en la Constitución del año 1949, de Perón y Evita, donde aparecía por primera vez el derecho a la ancianidad, como principio básico de la comunidad organizada. Y pese a que la Revolución libertadora, fusiladora, la deroga, nunca más pudimos restituirlo”, reseñó.
La diputada por la provincia de Buenos Aires agregó: “Las mujeres avanzamos en 2005 con la posibilidad de moratoria previsional, y hoy 9 de cada 10 no nos jubilaríamos si no estuviera esta legislación; porque no es que no trabajamos, sino que en muchos casos cuidamos hijos y familiares”.
“Cuántas veces, sobre todo después del menemismo, nos encontramos con que se restringía el mercado laboral desde los 45, 50 o 55 años, y cuántas mujeres nos insertamos al mercado laboral después de criar a nuestros hijos”, graficó.
A su turno, Brawer, tomó la palabra: “Gracias a la Revolución por invitarme a firmar el proyecto, gracias por su militancia y compromiso, por ponerle voz a algo que estaba silenciado, como la vejez”.
«No dudo que este texto tendrá el destino de los grandes proyectos, por cómo fue constituido por su carácter federal», añadió la diputada por la Ciudad de Buenos Aires.
En otro pasaje de su intervención, reconoció: “No me gustaba el nombre ‘viejas’, y después me di cuenta que era porque no me gusta la denominación ‘viejo’, por prejuicio o por valoración negativa de una palabra que no condice con lo que siento”.
“La vejez es una parte larga y fuerte de la vida, cada vez tenemos más de este tiempo que es maravilloso; que no reproduce niños pero que reproduce propuestas, lo que hacemos generacionalmente reproduce amistad, sensualidad y aporta conocimiento”, continuó.
Por último expresó: “También se nos acerca el tema de la muerte, y no hay que ‘sacarle el culo a la jeringa’, obvio que tenemos que poder decidir cuándo y cómo morir, más cuando las condiciones de salud y de vida no son dignas. Por una vida digna para todas y todos”.
En el cierre, Cerruti, señaló: “Cuando vemos la cantidad que éramos al principio y hoy vemos encuentros de mujeres de 40.000 o 50.000, sentimos que estamos construyendo no solo para nosotras, sino para las generaciones que vienen, es lo maravilloso de construir mareas”.
“Tenemos intersecciones, porque no es lo mismo ser vieja de clase media o no, blanca o no, porteña o no. Tenemos que ser conscientes de que la mayoría están atravesadas por otro tipo de complicaciones”, continuó.
El proyecto de ley fue girado para su estudio a las comisiones de Derechos Humanos, Legislación del Trabajo y Presupuesto y Hacienda, todas presididas por diputados del Frente de Todos.
Además de las diputadas que participaron de la charla, acercaron sus adhesiones las oficialistas Cecilia Moreau -presidenta de la Cámara-; Mónica Macha; Carolina Gaillard; Varinia Marín y el radical santafesino Juan Martín.
Previo a las palabras de las expositoras, hubo una intervención Artística realizada por La Revolución de las Viejas en la puerta del Congreso.
La Revolución de Las Viejas, que impulsa el proyecto, es un colectivo de mujeres y disidencias, que abordan la situación de las vejeces, desde una perspectiva feminista, antiedadista y de Derechos Humanos.
Nuclea a más de 33.000 mujeres de todo el país y se organizó de manera federal desde el año 2020.