El primer lunes de septiembre tuvo una impronta distinta en el ritmo habitual de la rutina para comerciantes y transeúntes en la emblemática Peatonal Monteagudo del área céntrica en el partido.
Las y los míticos soldados sanmartinianos trajeron al distrito, por segundo año consecutivo, todo su fervor e identidad patriótica reflejada tanto en las canciones populares como las icónicas marchas que presentaron sus instrumentistas.
El asombro era una cualidad compartida entre chicos, chicas, adolescentes, adultos, adultas cuando el grupo de Granaderos irrumpió en el paseo y alteró su dinámica cotidiana.
“Fue un honor recibirlos en Florencio Varela. Un auténtico privilegio para nuestros vecinos y vecinas escucharlos. Una manera de consolidar el sentido de pertenencia a nuestra Patria”, afirmó el mandatario comunal -Andrés Watson-.
El titular en el Ejecutivo local efectuó, junto a la Fanfarria, el itinerario que partió desde la intersección con la calle Mitre: primero, hacia el cruce con la Av. Teniente General Juan Domingo Perón; posteriormente, rumbo al empalme con San Juan.
Durante el trayecto, el Alcalde dialogó con ciudadanas y ciudadanos sorprendidos por el despliegue de acordes en un ámbito poco frecuente. Al culminar el desfile, saludó a dos miembros varelenses.
El cabo músico a cargo de la trompeta en si bemol oriundo de Zeballos -Ariam- definió como “un orgullo lucir el uniforme y transmitir su valor en nuestra historia independentista”.
Recordó el vínculo con su padre “a partir de escuchar juntos temas con instrumentos de viento”. En esa relación fraternal, artística, encontró “el argumento que necesitaba para iniciar la carrera en el Ejército Argentino”.
Su compañero, el soldado voluntario en el Regimiento -Oscar- compartió la afinidad por los bronces. En este caso, el joven radicado en Santa Rosa eligió el trombón a vara también por un legado familiar.
“Era un desafío por la complejidad, pero me encantó la primera vez que lo tuve en mis manos. Lo conocí por mi viejo que era director de Orquesta”, narró el integrante del destacamento.
La pequeña Alicia lucía su atuendo. Esperaba ansiosa por una foto con las y los protagonistas de la jornada acompañada por su papá, Mario. “Estaba muy ilusionada. Por suerte, estuvimos a tiempo para verlos”, confesó el frentista de Villa Vatteone.
“¡Un momento único!”, enfatizó Isabel que viajó desde KM26700. “Inigualable entonar el Himno Nacional o la Marcha de San Lorenzo con esta banda en un lugar que siempre identificó a mi ciudad”, aseveró.