martes, noviembre 26, 2024

NACIONALES

PERCZYK: «NECESITAMOS QUE NUESTROS ESTUDIANTES SEAN PRODUCTORES DE NUEVAS TECNOLOGÍAS»

«Necesitamos que nuestros estudiantes sean productores de nuevas tecnologías», dijo el ministro de Educación, Jaime Perczyk, al encabezar ayer la apertura de la séptima edición del Foro Regional de Política Educativa, centrado en tecnologías digitales, que tiene a la Argentina como país anfitrión, organizado por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).

«Necesitamos que nuestros estudiantes sean productores de nuevas tecnologías, que puedan programar y diseñar nuevas tecnologías para mejorar la vida ciudadana», dijo Perczyk al encabezar el foro regional junto al director de Instituto Internacional de Planeamiento de la Educación (IIPE) Unesco, Martín Benavides; la directora de Unesco Santiago, Claudia Uribe; y el especialista de la Oficina Internacional de Educación del organismo, Renato Opertti.

El foro tiene como objetivo reflexionar sobre cómo las tecnologías digitales pueden contribuir a la transformación de los sistemas educativos de América Latina y el Caribe, precisaron.

El ministro explicó que «es necesario profundizar en cuatro pilares: lo primero es el fortalecimiento de los aprendizajes en lengua y matemática, que es la garantía de los aprendizajes mucho más complejos en la escuela, pero que en nuestro país y en nuestro continente no logramos hacerlo para todos y para todas. En segundo lugar la provisión de equipamiento escolar, la entrega de dispositivos a los estudiantes. Lo tercero es trabajar con inteligencia los contenidos que incluyen en los dispositivos. Y en cuarto lugar formar a los y las docentes».

También hizo hincapié en que «la escuela tiene entre sus funciones centrales la alfabetización digital, y esto implica que los y las estudiantes sean consumidores inteligentes, es decir que sepan cuándo comunicar, qué comunicar, qué soporte utilizar; y decidir sobre lo que quieren hacer público, lo que deben mantener en privado, lo que quieren compartir o cómo producir con otros/as».

El titular de Educación explicó que «la aparición del ChatGPT nos vuelve a hacer pensar la función de la tecnología en la escuela (…) en una región tan desigual como la nuestra a nivel social, educativo, en términos de infraestructura, de producción y productividad»:

Y concluyó que «la inclusión de tecnología digital en la educación debería ser una política central para todos los países de la región, lo que implica el financiamiento de equipo, conectividad, la producción de materiales, la capacitación docente, la actitud activa de escuelas, de equipos escolares, y de los jóvenes para insertarse plenamente las tecnologías del siglo XXI».

El encuentro reunió, este año, a un número «récord» de 190 representantes de ministerios y secretarías de educación nacionales y subnacionales provenientes de 19 países de América Latina y el Caribe, dijo Pablo Cevallos Estarellas, director de la Oficina para América Latina y el Caribe (ALC) del IIPE Unesco, y planteó que «la presencia de la tecnología digital en la educación actual es ineludible, y se preguntó ¿cómo lograr que se conviertan en elementos dinamizadores del acceso y la inclusión de todas las personas a una educación de calidad?».

Uribe, en tanto, recordó que «a pesar de que existen numerosas iniciativas con diversos objetivos educativos en todo el mundo utilizando tecnologías digitales y de que se han invertido recursos billonarios, en este rubro no hay evidencia sólida ni generalizable sobre su impacto positivo en la experiencia educativa», y aseveró que «persisten las brechas digitales».

El primer panel de especialistas indagó sobre cuál es el estado de situación de las tecnologías digitales en los sistemas educativos de la región, la importancia de la planificación de las políticas educativas en la era digital, el desarrollo e implementación de Sistemas de información y gestión educativos, tendencias nuevas como la inteligencia artificial para pensar las políticas educativas y los desafíos de monitorear estas políticas digitales.

Fernando Salvatierra especialista de la Oficina de IIPE Unesco de América Latina y el Caribe señaló entre los principales problemas recurrentes en la región que «millones de niños, niñas, adolescentes, docentes y escuelas aún no cuentan con acceso a internet; lo que implica una pérdida enorme de datos para la toma de decisiones y la desaceleración o interrupción de las políticas educativas digitales».

Tamara Díaz, directora de Educación de la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI,) presentó un informe sobre la inteligencia artificial en la agenda educativa de América latina, y concluyó que «el Estado tiene un rol central en la democratización de la Inteligencia Artificial. Debe ser el garante de los recursos y la formación y garantizar que llegue a todos».

El segundo panel propuso debatir sobre las oportunidades y desafíos que derivan del uso de las tecnologías digitales como herramientas para la inclusión educativa y la mejora en los procesos de enseñanza y aprendizaje.

Ana Laura Martínez Tessore, coordinadora de Cooperación Técnica, dijo que «todavía persiste un conjunto de mitos a través de las que pensamos la relación entre tecnologías, aprendizajes y sistema educativos», y mencionó que es necesario derribar el mito de los «nativos digitales», en referencia a las generaciones que parece que nacen sabiendo utilizar tecnología.

«Las desigualdades estructurales que existen en América latina explican más el grado en que cada docente o estudiante puede llegar a utilizar las tecnologías que su edad. La metáfora del nativo digital es inhabilitante para el trabajo docente», explicó.

Y agregó que «las tecnologías por sí solas no modifican ni facilitan nada y es más importante el contexto organizacional, las políticas y recursos en las cuales se insertan y cómo llegan al docente».

Por último, advirtió que «todavía no está resuelto en América Latina y el Caribe el desafío del acceso de tecnologías en educación más allá de las iniciativas destacables de Uruguay, Argentina, Chile y Costa Rica. (…) Y hay que derribar un tercer mito: el del ‘docente que se resiste al uso de las tecnologías’, porque, si bien muchos nunca tuvieron formación para su uso, se apoyan en la cultura colaborativa para dar respuesta a los desafíos».