El Municipio de Varela continuó con acciones en diferentes puntos del distrito para impedir la formación de criaderos con larvas de mosquitos y prevenir enfermedades transmitidas mediante su picadura: dengue, zika o chikungunya.
La Comuna desplegó un operativo territorial en el barrio ubicado en la región central del partido con un propósito: eliminar las condiciones domésticas propicias para la reproducción y crianza del aedes aegypti.
La iniciativa comenzó en la zona cercana al Jardín de Infantes Municipal Nº5. Estuvo diagramada en dos etapas. La primera contempló un recorrido casa por casa para concientizar a vecinas y vecinos con recomendaciones eficientes al evitar contagios.
El diálogo con las y los frentistas consistió en socializar la importancia de descartar elementos en desuso que acumulaban agua, mantener patios o jardines desmalezados, cambiar con frecuencia el contenido en los bebederos de animales.
La segunda instancia fue recolectar en un camión los objetos que ciudadanas y ciudadanos tenían en sus viviendas: botellas, canaletas, floreros, baldes, tapas, tapers, latas, bidones, neumáticos.
“Me pareció una tarea espectacular. Fue sentirnos más protegidos. Ver que la Municipalidad trabajaba en retirar tachos o chapas transmitió tranquilidad”, afirmó una comerciante del lugar, Victoria.
Una mujer radicada a pocas cuadras de distancia desde el negocio, Arianna, detalló: “Con el calor posterior a la lluvia la cantidad de insectos aumentó. Llegaron en el momento justo para ayudarnos”.
Fumigación
El Ejecutivo varelense prolongó la intervención según los criterios estipulados y aplicados tras la conformación de una comisión multidisciplinaria integrada por representantes de diversas carteras: Salud, Ambiente más Espacios Públicos.
Especialistas diagramaron la estrategia implementada que incluyó labores en sitios con alta congregación de personas y áreas donde identificaron características para contraer patologías o hubo indicios que despertaron la sospecha de algún caso.
En las últimas horas, los operativos abarcaron: San Martín, Villa Esther, Zeballos Centro, La Esmeralda, Villa Mónica Nueva, Presidente Sarmiento, entre otros.
José culminaba su rutina diaria de entrenamiento en la plaza delimitada por las calles Aniceto Díaz, Ortiz Basualdo, Brown y Luis Villar. “Elegí este predio no sólo por proximidad, dimensiones, sino también por la chance de compartir con mis seres queridos”, expresó el hombre.
“Cortaron el pasto, limpiaron, fumigaron. La sociedad en general mostró preocupación por el tema. Por ese motivo, fue oportuno que el Municipio atendiera en este aspecto a la gente de Florencio Varela”, manifestó.