Una rutina ajetreada: preparar las mochilas, elegir no solo ropa cómoda sino alimentos ricos, llegar a “La Patriada” de 9 a 13 hs. donde fabricar recuerdos, despojarse de prejuicios, aprovechar un tentempié mientras hilvanar historias e ideas o unirse a las múltiples actividades de viernes.
Resguardada del sol, vestida con camisa fresca de broderie más una falda con vuelo hasta los tobillos, la modista y presidenta en el centro de jubilados “Martín Miguel de Güemes” -Gloria López- verificaba que tanto sus compañeras como compañeros pasaran a gusto el día.
“Necesitábamos que los viejos recordaran cómo eran de jóvenes, una generación que formó nuestra Patria”, sentenció la mujer rodeada de presentes atentos a su discurso. “Trabajo, trabajo y trabajo”, reiteró como premisa de su formación en costura, una actividad que decidió continuar en la actualidad.
Insistió en “no quedarse en la cama”. “Estos encuentros nos despertaron, nos revitalizaron. En mi caso, me moría. Hoy, a pesar del bastón, me recuperé”, cerró e interpeló al público que celebró sus palabras con aplausos.
Nelly Vargas tomó el nombre de la institución con la que acudió como remembranza. “¿Mis mejores años?”, pensó sobre una respuesta que estaba en el pasado. Reconoció en ella un “permanente empuje e ir hacia adelante”. Sus amigas ponderaban su apariencia. “81 años. El cuerpo pasó factura, pero para combatir dolencias hice yoga”, reveló como su gran remedio.
“Completé los papeles correspondientes para usar la pileta de acá. Gracias a este lugar y a los profes por darnos una oportunidad hermosa. Como adultos mayores, era imprescindible salir de casa”, recalcó la vecina oriunda de Bosques.
En la zona de parrillas, cancha de tejo y mesas, era el momento de los juegos. Un cuarteto esgrimía sus naipes en una desafiante partida de truco. Protegidos por el sol, Antonio Morales junto a Ana Videla arribaron con el establecimiento “El Fortín”. “Compartimos el almuerzo, hicimos amistades. La atención, la limpieza, el trato personal fueron excelentes”, coincidieron.
Catalina Ibarrola Monjes destacó “el rol social de la colonia con piscina, baile, relacionarnos”. “Mucha joda”, comentó para despertar las carcajadas de todas y todos. “Disfruté desde tomarme el colectivo hasta estar con las chicas”, añadió. A su lado, Ramona Villegas agradeció al “intendente Andrés Watson por esta posibilidad, la caminata, los ejercicios”.
Bautizada como “Fanny”, una representante de “Los Gauchos de Ayer” subrayó: “Nos reímos mucho”. “También relatamos las tristezas cuando nos sucedió algo durante la semana”, aportó. No obstante, remarcó la determinación del Mandatario Comunal en proseguir con la iniciativa de la cual “siempre nos fuimos felices”. “Volvimos a nuestros 30”, declaró risueña.
Antes de dirigirse al sector acuático, Javiera Vega descubrió “una nueva etapa en mi vida”. Tras enumerar alguno de los deportes y prácticas que realizó, resaltó a quienes impulsaron la propuesta. “Mis hijos vieron mis cambios, la felicidad de la madurez. Un verdadero cable a tierra”, sintetizó la señora que portaba una corona floral y la bandera de Argentina.