La dirigencia de Unión de Santa Fe trabaja en los trámites necesarios para levantar la inhibición que pesa sobre el club en la FIFA, con el objetivo de poder utilizar los refuerzos en su debut en la Copa de la Liga, previsto para el próximo sábado ante Racing Club.
Se trata de deudas con Deportivo Capiatá de Paraguay, por el 60% del pase de Junior Marabel (560.000 dólares), con Independiente Medellín de Colombia por el préstamo de Bryan Castrillón (65.000) y con Deportivo Itapuense de Encarnación, Misiones, por derechos de formación de Juan Carlos Portillo (32.000 dólares).
A esos valores deben sumársele los intereses, por lo que el monto total supera los 700.000 dólares.
El tesorero de Unión, Jorge Ciceri, indicó a la prensa local que «el club tiene la plata y el presidente (Luis Spahn) está trabajando desde hace mucho para solucionar el tema».
El dirigente sostuvo que «una vez que llegue el dinero al club que presentó la inhibición, una vez que está el dinero en sus arcas, haciendo el informe a las vías que tiene que ser, se tiene que levantar la inhibición».
De todas formas, aclaró que el trámite tiene sus tiempos estipulados, por lo que una vez acreditado el pago «la inhibición se tiene que levantar en 24 o 48 horas».
Hasta tanto la FIFA no comunique que la inhibición queda sin efecto, el entrenador Cristian «Kily» González no podrá incluir a los refuerzos, que hasta el momento son Adrián Balboa, Thiago Cardozo, Valentín Fascendini, Bruno y Mauro Pittón, Miguel Torrén, Lucas Gamba y Simón Rivero.