El gobierno trata de instalar que la inflación -que el INDEC difundirá este martes- se sigue desacelerando.
Si bien el dato es cierto, los precios de rubros claves como alimentos y bebidas no estarían desacelerando todo lo esperado y siguen siendo un desafío para bolsillos que no dan abasto para afrontar la suba de gastos en toda la línea que deben enfrentar los hogares.
Según un informe de la consultora LCG, la primera semana de marzo cerró con una inflación de 3,6% en alimentos y bebidas.
Esto supone una aceleración de 2,3 puntos porcentuales respecto a la semana anterior. Así, la suba promedia 11,9% en las últimas 4 semanas y 12% punta a punta en el mismo período.
Entre los bienes alimenticios con mayores incrementos semanales estuvieron los productos lácteos y huevos (9,4%), frutas (8,82%), comidas listas para llevar (6,52%) y verduras (3,83%).
El miércoles pasado, el ministro Luis Caputo convocó a representantes de las principales empresas de alimentos. Les dijo que consideraba que había precios que estaban subiendo demasiados en función de cómo se estaba moviendo el dólar.
Tras el encuentro, Caputo dijo que hubo «coincidencia en que los precios van a seguir bajando y que es importante transparentar el precio real por unidad de los productos de manera que puedan ser capturados apropiadamente por el Indec”.
Caputo considera que muchas empresas aumentaron sus precios previendo que el salto inflacionario sería mayor al que fue.
“Hoy tienen precios de lista muy altos que la gente no convalida mayormente, y que ya han empezado a bajarlos, pero vía promociones, del tipo 60% de descuento en la segunda unidad o hasta 2×1”, dijo Caputo.
Algo similar opina el presidente Javier Milei, quien dijo que estos descuentos no los capta el Indec por su modalidad de medición por unidad.
El economista Martín Kalos, de la consultora EPyCA, explicó que «los alimentos hace varios meses vienen mostrando una dinámica donde en la primera semana de cada mes se aceleran. Eso tiene que ver con un comportamiento de las empresas que esperan hasta el día 1 de cada mes para mandar listas de precios».
«En un régimen de alta inflación como el que existe desde hace ya un año y medio o dos, los precios reaccionan a distintas variables, no a una sola», como el dólar.
Así «en diciembre los alimentos subieron de la mano de la devaluación del dólar oficial, pero en estos meses estamos viendo a las empresas anticiparse a los aumentos planificados en energía, por ejemplo. Además la inflación sigue siendo alta, aunque se desacelere unos puntos en febrero», señaló Kalos.
A esto hay que agregar que «todavía no hay una competencia de productos importados que aplaque esos aumentos».
«La inflación de alimentos no puede disociarse de la inflación en general. No se puede ponerle un tope a ciertos precios mientras los demás se aceleran», agrega el economista.
Kalos explicó que con la devaluación del tipo de cambio oficial en el arranque de la gestión de Milei «hubo aumentos precautorios de parte de muchas empresas que superaron a la inflación de diciembre. Pero con los datos de enero y febrero es difícil pensar que no fueron acomodándose los precios. Hoy el problema es que no venden porque el mercado está deprimido y recurren a ofertas como el 2 x 1 para tener ingresos que les permitan cubrir costos fijos o en algunos casos ganar volumen de ventas».
Sin embargo, destacó que este recurso de marketing al que hizo referencia Caputo las empresas lo vienen utilizando desde hace años. «No hay evidencia de que ahora haya más niveles de descuentos ni de que el índice no esté reflejando la inflación real».
Y resaltó que cuestionar al INDEC cuando al inflación escala es una práctica habitual. «También otros gobiernos se quejaban de que el INDEC medía mal, y esto nunca fue cierto, excepto en el período de Guillermo Moreno. Incluso Cavallo y Lavagna publicaron índices paralelos con sus propias mediciones de inflación».
Según la consultora Equilibra, hay factores puntuales y estacionales que empujan la inflación en marzo.
Uno es el impacto de Semana Santa sobre el consumo de ciertos alimentos como el pescado y el chocolate. En las próximas semanas se sabrá qué ocurrió con los precios en marzo. Por ahora, existe un dato alentador para el gobierno: la inflación porteña fue del 14,1% en febrero, y le da un argumento más a Milei para sostener que el costo de vida subió 15% a nivel nacional.