La secretaría técnica de Unión de Santa Fe, encabezada por Roberto Battión, comenzó a delinear el plantel para el próximo año y una de las prioridades es lograr otro préstamo de Enzo Roldán, cuyo pase pertenece a Boca Juniors, en tanto el delantero Nicolás Blandi tiene un pie afuera del club debido al alto costo de su contrato.

Voceros del club rojiblanco señalaron que entre los futbolistas cuyos vínculos terminan a fin de año, «la prioridad es Roldán», aunque también se pretende la continuidad del arquero Sebastián Moyano y del delantero Juan Manuel García.

En tanto, la situación de Fernando «Cuqui» Márquez no está definida, aunque el jugador tiene intenciones de seguir y el técnico Gustavo Munúa daría el visto bueno, mientras que Cristian Insaurralde no seguirá en el club y el chileno Nicolás Peñailillo rescindiría su vínculo.

El caso de Blandi, al menos por lo conversado en los últimos días entre las partes, se cerraría con el alejamiento del delantero, quien desde que arribó en agosto pasado desde Colo Colo de Chile apenas ingresó en cuatro partidos y jugó poco más de 40 minutos en total.

Si bien con su llegada se pensó en darle un salto de calidad al plantel, lo cierto es que su escasa participación y el alto costo de su contrato, que hasta diciembre solventó en parte el club chileno, hacen que sus chances de seguir en Santa Fe sean nulas.

El presidente de Unión, Luis Spahn, dijo a la prensa que piensa mejorar los contratos de los chicos surgidos en el club, cuya participación fue clave para cerrar el año con una victoria en el clásico ante Colón y la festejada clasificación a la Copa Sudamericana, la tercera de su historia.

Ante esa situación, la política de incorporaciones no deparará mayores sorpresas y de acuerdo con lo dicho por el dirigente, para el técnico Munúa el mejor refuerzo es mantener la base del equipo.