La fiscal que investiga el crimen de un remisero de 33 años, asesinado de una puñalada en el tórax tras un incidente de tránsito con un motociclista que lo siguió hasta su casa en la localidad bonaerense de Gerli, partido de Avellaneda, solicitó la orden de captura para el único sospechoso, quien continúa prófugo, mientras que los investigadores analizan imágenes de las cámaras de seguridad de la zona para determinar hacia dónde huyó, informaron hoy fuentes judiciales.
Por su parte, Cristina, la madre de Alan Osvaldo Lipovsky, aseguró que “vive una pesadilla” y que el autor del crimen de su hijo “tiene que caer”, porque “no puede destruir una vida así”.
Voceros judiciales señalaron que la fiscal de la causa, Alejandra Olmos Coronel, continúa analizando las filmaciones de las cámaras de seguridad para establecer el recorrido que realizó el único sospechoso, identificado como Jonatan René Valdez (36), luego del hecho.
“Se están analizando las imágenes y tomando testimoniales en la fiscalía”, indicó a Télam una fuente con acceso a la causa.
Aún no se determinó si Valdez posee antecedentes penales y se están peritando una moto y una camioneta que fueron secuestradas la semana pasada.
La moto fue hallada durante el allanamiento y se investiga si es con la cual se desplazaba el agresor en el primer ataque hacia Lipovsky.
En tanto, una Chevrolet Blazer Dlx Turbo Diesel color negra también fue secuestrada y los pesquisas sospechan que fue utilizada por el homicida para escapar una vez consumado el asesinato.
“Una vez que tenga el análisis de las imágenes se verá”, señaló el pesquisa.
Según las fuentes, en el procedimiento desplegado por personal de distintas comisarías de Avellaneda se secuestraron dos cuchillas con mango de madera, con hoja metálica brillosa de 25 centímetros de largo, que fueron enviadas a peritar.
Por su parte, Cristina, madre del hombre asesinado, expresó que “se siente muy mal” para buscar testigos del hecho por su propia cuenta.
“Esto sigue siendo una pesadilla, no sé cómo voy a seguir con mi vida”, afirmó, y agregó que “fue una disputa de transito” y que su hijo “no es un chico que genere problemas”.
“Sé que tienen en claro quien fue la persona, así que estarán juntando todas las cosas que necesitan para atraparla. Imagino que será cuestión de tiempo, pero tiene que caer, no puede destruir una vida así. Por todos lados veo la cara de mi hijo”, indicó.
La mujer cuenta con la asistencia letrada del abogado Gregorio Dalbón, quien ya fue incorporado en la causa como representante del particular damnificado.
“Confió en la fiscalía. El asesinado no quedará impune”, aseguró Dalbón a Télam.
El abogado resaltó la labor de la justicia y confirmó que solicitó la reconstrucción del hecho, “prueba que utiliza en los casos de asesinatos para la observación ‘in loco’ de lo ocurrido”, sostuvo.
El hecho ocurrió el sábado 19 alrededor de las 18.30 en un domicilio de la calle General Paz al 1600 de la mencionada localidad del sur del conurbano, donde vivía Lipovsky.
Cristina, testigo clave del hecho, explicó que su hijo trabajaba con su auto Chevrolet Corsa en una remisería ubicada muy cerca de su casa y que, por ese motivo, había decido ir hasta el baño de su domicilio cuando tuvo un problema de tránsito con un motociclista.
La madre de la víctima señaló que cuando Alan estacionó en la puerta de su casa, se dio cuenta de que el motociclista lo había seguido y recordó que antes de que su hijo llegara a bajar del auto, este hombre «lo empezó a agredir» y la pelea a golpes continuó cuando se bajó del Corsa.
«En un momento, amaga como que va a sacar un arma y mi hermana, que estaba en la calle en ese momento, se abalanza sobre él y lo empieza a golpear. El muchacho de la moto se va y pensé que todo había terminado ahí», dijo la mujer, quien explicó que en ese momento es cuando su hijo le contó todo sobre el incidente previo y le aclaró que no conocía al agresor.
Cristina señaló que su hijo entró a la casa para ir al baño y que pasaron entre siete y diez minutos cuando vio que por la calle De la Serna se acercó alguien que se abalanzó sobre su hermana, María Fleitas, a quien comenzó a agredir con un arma blanca en la zona de la cabeza.
«Mi hermana de un ojo no ve y pensó que era un fierro y pone su mano y ataja los golpes. Mi hijo cuando ve eso, se abalanza sobre el hombre, no sé si le vio el puñal o quiso defender a su tía. Le dijo ‘dejá a mi tía, no la toques’ y le largó una patada y ahí le asestan una puñalada y el hombre sale corriendo», narró.
Según las fuentes, el remisero recibió el puntazo en la zona intercostal izquierda que le causó la muerte en el hospital Fiorito, donde la llevó su madre en el auto.
La madre contó que ella corrió detrás del agresor y vio que se subió «a una camioneta tipo Trafic» y que para ella fueron dos personas distintas las que fueron a su casa y que por lo que le dijeron serían «padre e hijo».
Sin embargo, hasta el momento, en la causa figura un único imputado dado que en las imágenes de las cámaras de seguridad los investigadores observaron que esa misma persona fue la que iba en la moto y que luego regresó a cometer el crimen vestido con una camiseta de fútbol.