El Gobierno de Provincia de Buenos Aires lanzó en plena pandemia, mayo 2020, Ediciones Bonaerenses, una editorial pública y estatal que, según su director Guilermo Korn, lo es en todas sus dimensiones: «hacia dentro del Estado, pero sobre todo con los lectores y los espacios que intermedian en esas lecturas» y ahora presenta nuevos títulos «Pasajeras esas nubes», una compilación de poemas a cargo de Roberta Iannamico, y «Luces de mercurio», con los textos ganadores del Concurso de Cuento Haroldo Conti 2015.
Se trata de un sello, que ya cuenta con tres libros de ficción y ensayo y que no vende sus libros, sino que los distribuye en las bibliotecas públicas y populares e instituciones de toda la Provincia y que además tiene en carpeta la difusión de sus títulos en PDF para que puedan circular más allá de los límites que la logística impone.
«El trabajo se encaró con otros organismos, por mencionar uno, la Imprenta del Estado Bonaerense. Y, hacia fuera, se realizó un un trabajo de conexión con bibliotecas -algo bastante inédito- para poner en circulación los libros de manera gratuita. Al reabrir, pasados los meses duros de pandemia, un gran número de bibliotecas populares, públicas y escolares de la Provincia han solicitado y recibido el envío de los libros», explica Korn.
El escritor, docente y editor dice que «la recepción es muy buena» y cuenta que en la edición y producción hubo «un trabajo en relación a los medios de comunicación de cada localidad, especialmente con los municipios de dónde son oriundos algunos autores».
En ese sentido cita el ejemplo de «Buenos Aires Fantástica», la antología de cuentos realizada por estudiantes del ciclo superior de escuelas secundarias bonaerenses, o de «Pasajeras esas nubes», un título reciente que nuclea la producción poética de siete poetas contemporáneas del sur de la Provincia, compiladas por Iannamico.
Sobre el catálogo, el autor de «Hijos del Pueblo. Intelectuales peronistas: de la Internacional a la Marcha» afirma que la preocupación es que «tenga un carácter plural, inclusivo y diverso porque el lector no es abstracto, ni un bloque homogéneo, si prestamos atención a los cambios que una sociedad tiene respecto de sus costumbres, quehaceres y consumos culturales».
Sobre qué implica esa diversidad, dice que «significa atender tanto a los denominados clásicos (incluyendo a los raros, los imprescindibles y los que apostamos a que sean clásicos) como también a nuevas voces narrativas».
Y agrega que «podría decirse algo semejante sobre otros géneros literarios e incluso sobre otras colecciones que no se ligan a lo literario, donde también se expresa lo vasto y complejo que significa un territorio, o que buscan dar cuenta de las distintas expresiones sociales, culturales, identitarias, como producciones de una sociedad dinámica sobre la idea de su identidad, el conocimiento, sus intereses y costumbres».
Entre las publicaciones tiene a «Luces de mercurio» (Concurso Haroldo Conti 2015) con el que se logró saldar una deuda pendiente desde el gobierno anterior, ya que señala que «no se había editado el volumen prometido en las bases del concurso en ese período».
En 2021 publicaron «Contra cielo plomizo», con los cuentos ganadores del mismo certamen edición 2020, y está por conocerse «En prensa» (1955-976), una antología de veinticinco textos periodísticos de Haroldo Conti, aparecidos en distintos diarios y revistas.
«Allí aparecen varias de sus pasiones: sus críticas del cine de mediados de los ’50, pasando por el registro de sus viajes, su compromiso político-social o su experiencia en el seminario jesuita hasta una conferencia sobre su concepción literaria que se publicó en un diario de Chacabuco, su ciudad natal, donde la charla se realizó», relata el editor y precisó que «más de la mitad de trabajos no fueron publicados previamente en libro».
¿Qué peso, qué impronta tiene la obra de Conti para la cultura bonaerense?
Para Korn, es un autor fundamental para la cultura bonaerense, pero también para la nacional y latinoamericana, ya que argumenta que «su obra ficcional, pero también sus notas y crónicas están atravesados por los pequeños héroes anónimos que nos podemos encontrar a cada paso y en cada rincón».
«No está de más recordar que desde hace 15 años, el día del escritor bonaerense se conmemora -en recuerdo de Almafuerte como emblema- pero también como homenaje a Haroldo, en el día de su desaparición a manos de la dictadura cívico-militar», recuerda el coautor, junto a Javier Trímboli, de «¡También en la Argentina hay esclavos blancos!».