Efectivos de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) de Quilmes, en articulación con la Secretaría de Seguridad y Ordenamiento Urbano del Municipio de Quilmes, procedió a la aprehensión de los delincuentes involucrados en el robo de Lara Espinoza, la joven que fue víctima del citado ilícito mientras caminaba con una amiga en la calle Elustondo y Corrientes.
Los delincuentes aprehendidos hasta el momento son padre e hijo, de 46 y 23 años, respectivamente, y cuentan con un frondoso prontuario de antecedentes penales por robo. Resta detener a una persona más que ya está identificada y tiene pedido de captura.
Todo se dio a partir de recibir el testimonio ampliatorio a la denunciante y a su amiga, en el que se estableció el dominio que correspondía a la camioneta Peugeot Partner color azul oscuro, que participó del hecho. Asimismo las jóvenes aportaron descripciones de los delincuentes realizando dictado de rostro con perito de la DDI.
Con esta información, se efectuaron tareas de campo sobre domicilios relacionados con el titular del rodado, certificándose que el vehículo se hallaba oculto en uno de ellos. Los investigadores se percataron de que a la camioneta le habían sacado las chapas patentes y le cambiaron las llantas a fin de modificar su estética para que no se corresponda con las imágenes que estaban circulando en redes sociales y medios de comunicación. Además, se constató que el mencionado vehículo era utilizado por los imputados.
Una vez establecida la comunicación con la UFI N° 4 de Quilmes, a cargo de la Dra. Karina Gallo, se solicitaron las órdenes de allanamiento para tres domicilios en el barrio IAPI; de Bernal Oeste, que arrojaron resultado positivo, procediéndose al secuestro de la camioneta utilizada en el hecho y a la aprehensión de un hombre de 46 años, y más tarde, a la del joven de 23, imputados por el delito de robo agravado y tentativa de privación ilegítima de la libertad.
INFORMACIÓN IMPORTANTE
Según fuentes policiales este ilícito se trató únicamente de un hecho de robo. Debido a la dificultad que les ofreció la joven para llevar adelante su cometido, los delincuentes, como un habitual modus operandi y con fines puramente intimidatorios, vociferaron el “dale subila, subila”, para que la mujer cesara con su resistencia y soltara su celular para poder concretar el robo y escapar.