A las 23.32 de ayer domingo comenzó eclipse total de Luna que será visible desde gran parte de los países del mundo, entre ellos Argentina, cuyas condiciones climatológicas permiten que habitantes de distintos puntos del país puedan observar el satélite «bañado en sangre».
El eclipse de Luna ocurre cuando la Tierra se interpone entre el Sol y ese satélite, por lo cual proyecta una sombra que oscurece a la Luna.
Para ello es necesario que los tres objetos estén alineados, algo que no sucede todos los meses porque la órbita de la Luna alrededor del planeta terrestre está inclinada con respecto a la de la Tierra-Sol.
Gabriel Brichetto Orquera, licenciado en física y docente de la Asociación Amigos de la Astronomía de Parque Centenario, explicó que «como el Sol es más grande que la Tierra, ésta no puede bloquear por completo las proyecciones de luz, por eso no es que la dejamos de ver».
«La luz que llega a la Luna lo hace con un fenómeno análogo de refracción en la atmósfera que hace que se proyecte un color rojizo», indicó el especialista. Y detalló que «esto mismo sucede con el Sol durante el amanecer o atardecer y por eso lo vemos rojizo o naranja».
Es por este fenómeno que popularmente se conoce al eclipse total de Luna como «Luna de sangre» y el último evento astronómico de este tipo ocurrido el pasado 26 de mayo de 2021 fue denominado como «superluna» porque además el satélite natural se encontraba más cerca de la Tierra.