El Partido Justicialista (PJ) de la provincia de Buenos Aires lanzará en las próximas semanas una masiva campaña de afiliación para “sumar voluntades” y bajo la impronta de La Cámpora, que “saldrá a buscar al territorio a los miles de peronistas que se fueron descontentos para volver a enamorar a la gente con las soluciones de sus problemas”.
Tras la reorganización y unidad de todos los sectores del peronismo bonaerense detrás de la figura del diputado nacional Máximo Kirchner, la idea que impulsa la conducción partidaria es “sacudir las estructuras del PJ” y buscar “tener mayor poder político” para 2023, pero “desde las bases territoriales y no desde las cúpulas dirigenciales”, expresaron fuentes partidarias tras el encuentro de la semana pasada del PJ en La Plata.
En otras palabras, la idea de Máximo Kirchner es que desde los municipios “se acerquen a la gente común” y el peronismo “vuelva a enamorar” con soluciones a los problemas cotidianos como el aumento de precios o la falta de un empleo estable, señalaron desde distintos sectores tanto cercanos al presidente Alberto Fernández como la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner.
Fue uno de los hombres del entorno del Presidente, el ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis, quien alzó las voz para fundamentar esta nueva posición que surge de la compresión de que las internas y discusiones políticas dentro del Frente de Todos (FdT) no tendrán jamás un ganador y que con la unidad no basta sino se hallan soluciones para la gente y se cumple con lo prometido en la campaña de 2019.
“Nuestro objetivo es que no vuelva (Mauricio) Macri y la derecha, pero con estar unidos no alcanza. No hay tiempo para perdernos en internas. No nos van a votar sólo por estar unidos. Nos van a votar por estar unidos y mejorarle la vida a la gente. Por eso, desde el Presidente y hasta el último militante del FdT sabemos que no podemos perdernos en internas porque comprendemos la situación muy delicada que hay en un contexto internacional donde hay un conflicto bélico, y en medio de una guerra no se jode”, aseveró días atrás el exintendente de San Martín.
Otro experimentado jefe comunal justicialista fue contundente con los tiempos que se viven en la provincia de Buenos Aires, que una vez más será en el 2023 la madre de todas las batallas electorales: “Tenemos que dejar la rosca un poco y lograr que la gente viva un poco mejor”.
Así las cosas, la campaña masiva de afiliación al PJ bonaerense es “la punta de lanza” del FdT para “llegar a los barrios” y “poner en marcha al partido” desde una óptica mucha más cercana a los vecinos y no tan pegadas a las tradicionales estructuras partidarias que consolidaran los ya extintos barones del conurbano.
Lejos de cualquier intervención judicial y con todos los papeles en regla, la actual conducción peronista de la provincia de Buenos Aires también apunta a volver a la cantidad de afiliados que tenía en 2013, previo a la salida del peronismo del actual presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, y la conformación del partido Frente Renovador.
Desde los equipos de juristas del PJ bonaerense salieron al cruce de las declaraciones del secretario de Relaciones Parlamentarias, Fernando “Chino” Navarro, que había dicho que “el 50 por ciento de las afiliaciones son un dibujo, son truchas”.
“Los libros están todos en orden y las afiliaciones tienen el aval de la justicia electoral”, afirmaron fuentes cercanas a los apoderados partidarios.
Aunque admitieron que “en estos años se han perdido más de 110.000 afiliaciones por distintos motivos”.
Luego del encuentro del Consejo del PJ bonaerense en la sede partidaria de La Plata, donde Máximo Kirchner reunió a todos los consejeros directivos con una asistencia perfecta, el partido tiene ahora en agenda la realización de un congreso para continuar dando forma a la reestructuración que se inició el año pasado con la elección de nuevas autoridades.
En esa última reunión se convocó a un congreso para el mes de julio -sin fecha todavía- y se definieron quiénes serán los apoderados partidarios, que serán Ulises “Coco” Giménez, Eduardo López y Facundo Tignanelli.
También se definieron quiénes ocuparán las 45 secretarías partidarias, lo que fue considerado “un gesto de unidad” entre los distintos sectores del FdT, ya que la secretaría general del PJ bonaerense quedó a cargo de Katopodis.
En el próximo congreso se volverán a definir las autoridades y allí habrá otra posibilidad para Máximo Kirchnerr de continuar tendiendo puentes entre los espacios del peronismo provincial, ya que el titular del organismo legislativo partidario continuaría siendo el intendente de La Matanza, Fernando Espinoza.
La fecha y el lugar del próximo congreso no se resolvieron aún y Máximo Kirchner fue facultado para que fije dónde y cuándo se realizará el nuevo cónclave del PJ bonaerense.