El efectivo de la Policía de la provincia de Buenos Aires acusado del homicidio de un joven que murió baleado el fin de semana pasado en el partido bonaerense de Berazategui, se negó ayer a declarar ante el fiscal de la causa y quedó formalmente detenido por el crimen, informaron fuentes judiciales.
Se trata del oficial Sergio Mamonte, de la Unidad de Policía de Prevención Local (UPPL) de Lomas de Zamora, quien ayer por la tarde fue indagado por el fiscal Cristian Granados por el delito de «homicidio simple agravado por el uso de arma de fuego» en perjuicio de Nahuel López (22).
Fuentes judiciales informaron a Télam que, por consejo de su defensa particular, el acusado se negó a declarar, tras lo cual, el juez de Garantías 4 de Berazategui, Diego Agüero, ordenó que siga formalmente detenido mientras se resuelve su situación procesal.
En tanto, el fiscal Granados recibió en las últimas horas un adelanto de los resultados preliminares de la autopsia al cuerpo de Nahuel que confirmó que murió a causa de una herida de arma de fuego, con orificio de entrada y de salida, a la altura del estómago, dijeron los informantes.
Por otro lado, los peritos de la Policía Federal Argentina (PFA) continuaban con distintas medidas de prueba científica dispuestas por el fiscal en procura de avanzar con la investigación.
Mamonte fue aprehendido de urgencia el martes pasado luego que una serie de testigos presenciales del hecho que declararon en sede judicial lo señalaron como la persona que disparó contra Nahuel y su grupo de amigos.
El lunes, la familia de la víctima marchó a la fiscalía en reclamo de justicia y negó la versión inicial de la Policía que afirmaba que Nahuel había participado de un asalto y amenazado con un arma blanca al efectivo Mamonte, quien se encontraba franco de servicio y vestido de civil y realizó varios disparos.
«Esas son todas mentiras», dijo a Télam Mónica López, quien aseguró que fue un caso «gatillo fácil».
Todo comenzó el viernes pasado por la tarde, en calles 131 y 5, de Berazategui, donde se produjo un enfrentamiento entre dos grupos de jóvenes, en medio del cual, Nahuel recibió un balazo en el estómago que le provocó la muerte un día después.
Respecto de lo sucedido, una fuente de la pesquisa detalló a Télam que hasta el momento no se pudo comprobar la versión policial y que, al mismo tiempo, no se descarta que en el enfrentamiento hubo otras personas armadas ya que en la escena del crimen se secuestraron una vaina servida, dos tacos de cartucho de escopeta y un proyectil que impactó en el frente de una casa, aunque no se halló ninguna arma blanca.
En cambio, las fuentes policiales informaron el domingo último que el efectivo había disparado cuando intervino para frustrar un intento de robo al hijo de un panadero del barrio y del que aparentemente había participado Nahuel juntos a otros dos jóvenes.
De acuerdo a esa versión inicial, el policía se identificó como tal y primero realizó tres disparos hacia el suelo para poder disuadir el ataque.
Como consecuencia de ello, uno de los sospechosos aparentemente lo amenazó con un arma blanca tipo «faca» y el efectivo repelió la agresión y le efectuó un disparo que lo dejó malherido.
Siempre de acuerdo a las fuentes policiales, el baleado fue cargado en una motocicleta y trasladado al Centro Municipal de Salud Doctor Javier Sábatto, de Berazategui, donde lo derivaron al Hospital Evita Pueblo del mismo partido, en el que falleció el sábado tras ser intervenido quirúrgicamente.