La segunda ola de coronavirus y las medidas de restricción puestas en marcha para contener el ritmo de contagios en los últimos días generaron nuevas incertidumbres en el sector inmobiliario por el impacto que podrán tener en las operaciones, tras el repunte logrado en los primeros meses del año, opinaron referentes del sector.
Al respecto, el secretario general de la Cámara Inmobiliaria Argentina (CIA), Claudio Vodanovich, dijo a esta agencia que «en este momento estamos expectantes para ver el impacto, dependemos del ánimo y movimiento de la gente».
El directivo señaló que «la imprevisibilidad afecta al mercado» y recordó que luego de un 2020 en el que las operaciones tuvieron una fuerte caída por las restricciones de la pandemia, este año «había comenzado a haber pequeño incremento en las operaciones».
Por otra parte, Vodanovich analizó que «hay que ver cómo va a repercutir en el tema económico en términos de compra venta como puede impactar eventualmente en la divisa».
«Cuando hay un atraso en el tema cambiario la gente piensa que salvo que sea por necesidad u oportunidad prefieren no hacer movimientos», afirmó el secretario general de la Cámara Inmobiliaria.
En este contexto, se refirió a los alquileres: «Es complejo el tema de locaciones porque han vencido muchísimos contratos y viene un momento de reubicación de los locatarios cuando en este momento la gente se retrae un poco más a generar movimientos que no sean necesarios».
En referencia a la posibilidad de que se vuelvan a suspender los desalojos por la segunda ola de Covid-19, dijo que esto «es una mala señal» y consideró que «todo lo que es intervenir en el mercado termina perjudicando a quien se pretende beneficiar».
Por su parte, el consultor inmobiliario Juan Pablo Baca dijo a Télam que «con respecto a las restricciones y pandemia si bien por el momento no se vuelve a fase 1, puede pasar que los clientes inmobiliarios si crecen los contagios ellos por motus propio posterguen las decisiones inmobiliarias».
«Es posible que baje aún más la demanda, que de por sí es baja, para evitar el contacto social, teniendo en cuenta que lo inmobiliario no es urgente, especialmente la venta que está tan parada», agregó.
Por otra parte, Baca señaló que «el dólar, como principal factor que influye en el mercado inmobiliario, hace varios meses está estable y eso favorece pero está la proyección que cerca de las elecciones haya una devaluación».
«Además, cerca del período electoral históricamente la demanda inmobiliaria posterga las decisiones, eso es un tema para seguir evaluando hacia el segundo semestre», observó el consultor.
Baca sostuvo que «el mercado está en un contexto de mucha incertidumbre», no obstante proyectó que «si bien se va a seguir en índices bajos, está todo dado para que sea mejor este año que el 2020, o dicho de otra manera este año va a ser menos peor».
De acuerdo con los últimos datos del Colegio de Escribanos de la provincia de Buenos Aires, las operaciones de compraventa de inmuebles en territorio bonaerense tuvieron un crecimiento interanual de 42,1% en febrero último, con un total de 4.523 compraventas.
En tanto, el total de operaciones de compraventa en la Ciudad de Buenos Aires registró en febrero una suba de 5,8%, con 1.499 operaciones concretadas, según un informe del Colegio de Escribanos porteño.
«Si tenemos un dato levemente alentador es que en los últimos cuatro meses hubo tres recuperaciones interanuales», señaló el presidente del Colegio de Escribanos, Carlos Allende.
Después de tener 29 meses consecutivos con caída interanual, se observó en febrero que en el último cuatrimestre hubo tres subas respecto del mismo mes del año anterior.
La compraventa de inmuebles cerró 2020 con un total de 18.700 operaciones concretadas en la Ciudad de Buenos Aires, lo que representó una caída de 43,9% respecto al año previo y el resultado más bajo desde 1998 hasta la fecha.
El año pasado, las compraventas habían alcanzado en abril el nivel más bajo de actividad, con solo 7 operaciones y una caída de 99,7% interanual, en el marco de las mayores restricciones y aislamiento que afectaron al mercado inmobiliario en el inicio de la pandemia.