El presidente Alberto Fernández afirmó que al Gobierno le interesa que el país «evolucione hacia un mayor reconocimiento de derechos» y afirmó que siente que está «ayudando a hacer una mejor Argentina», al encabezar en la Casa Rosada el acto de relanzamiento y ampliación del Programa Registradas, destinado a trabajadoras de casas particulares.
«La mejor Argentina es la que sigue ampliando derechos y la peor es la que los restringe y piensa que esos derechos los va a dar el mercado», dijo el mandatario desde el Salón de las Mujeres Argentinas del Bicentenario de Casa Gobierno, donde advirtió que esos derechos «los va a reconocer el Estado».
En el acto también reivindicó la figura de Juan Domingo Perón en su última presidencia, al resaltar que como mandatario «nunca dejó de apostar por esa Argentina que se uniera y que dejara los debates insustanciosos», y que «se preocupara por ver cómo desarrollar» el país «en términos de igualdad».
«Vivimos todo eso y nos sale espontáneamente, está en nuestro ADN», señaló al hacer un paralelismo con su modo de hacer política.
El Programa Registradas, en el cual el Estado pagará durante seis meses el 50 por ciento de los salarios y les reconocerá también el derecho jubilatorio a las empleadas con menos de 16 horas semanales, busca reducir la informalidad laboral en el sector de trabajadoras de casas particulares y promover su acceso y permanencia al empleo registrado.
Sobre ese punto, Fernández destacó que «8 de cada 10» beneficiarias del programa «se quedaron trabajando en el lugar donde estaban, ya sin el auxilio del Estado».
«Lanzamos el programa en 2021 y lo profundizamos ahora, para dar más derechos», subrayó.
El jefe de Estado justificó el impulso de estas iniciativas al advertir que «las leyes que defiendan a las minorías tienen que darlas las mayorías, porque sino siempre las minorías van a ser maltratadas».
«Hay una decisión clara de nuestro gobierno de ampliar derechos», porque eso «es tener una mejor ciudadanía, nada más ni nada menos», refirió Fernández.
Asimismo, recordó que este verano puso en marcha en Mar del Plata obras en el Instituto Saturnino Unzué, «que fue creado solo para niñas que aprendían tareas para el hogar y la máxima aspiración era ser empleada en casa de familia, como criadas, como sirvientas, pónganle el nombre que quieran, pero no como trabajadoras».
«… Estamos poniendo en valor ese trabajo, es un nuevo proceso cultural, ser tratados como un trabajador o trabajadora», señaló Fernández, y manifestó que que «esto ocurra es producto de que ese cambio cultural tiene que darse».
En ese sentido profundizó el objetivo de «no tenerlas trabajando en nuestras casas en negro» sino «dar los derechos que el trabajo reclama».
Del acto participaron también las ministras Raquel «Kelly» Olmos, de Trabajo; y Ayelén Mazzina, de Mujeres, Géneros y Diversidad.
Olmos, por su parte, subrayó la premisa de que «los trabajadores en la Argentina sean con derechos» y reseñó que con este programa «el primer paso fue la condición de estar registrados».
«Estamos anunciando la ampliación adicional de derechos», indicó la titular de la cartera laboral, porque «hasta hoy las trabajadoras de casas particulares registradas hasta 16 horas semanales carecían del derecho jubilatorio, y a partir del DNU firmado por el Presidente pasan todas a tener» esa posibilidad, y además «están incluidas en el seguro de desempleo por dos meses».
Puntualizó que «en 40 años de continuidad democrática también se cumplen 80 años de que Perón asumió olvidado en un departamento de trabajo y de allí amplió derechos, construyendo democracia social», y afirmó que «la mejor manera de celebrarlo es ampliando derechos», además de destacar «la sensibilidad y compromiso social del Presidente por acompañarnos en estas iniciativas».
Por su parte, Mazzina destacó «haber registrado con más derechos laborales a 22 mil mujeres» y «hoy ampliarlo», con «el Estado pagando el 50% del salario de estas trabajadoras» por seis meses.
Para la ministra, esto «es la convicción y el compromiso político de justicia social» y «generando acceso al empleo formal».
«No hay políticas efectivas si no lo pensamos con justicia social, y este trabajo mucha veces es informal también mueve la economía de la Argentina», concluyó Mazzina.
En el Programa Registradas, el Estado nacional se hace cargo del 50% del sueldo de la trabajadora durante los primeros seis meses y con montos que se actualizan según las nuevas escalas salariales, y la parte empleadora transfiere el porcentaje restante del salario, paga los aportes y contribuciones y la Aseguradora de Riesgos del Trabajo.
La medida contribuye a la bancarización y con la inscripción al programa, que permanecerá abierta todo el año, se abrirá para cada trabajadora una cuenta gratuita en Banco de la Nación Argentina con acceso a beneficios bancarios.
En los casos en que la persona contratada sea una trabajadora con discapacidad o con hijos con discapacidad, trabajadores travestis, transexual o transgénero o trabajadora titular del programa Acompañar (continúe percibiendo la prestación económica o no), el beneficio del programa se extenderá por ocho meses en lugar de seis.
Todas las trabajadoras gozarán del derecho jubilatorio y, en caso de despido, del seguro de desempleo por dos meses.