El argentino Franco Colapinto terminó el viernes de entrenamientos en Hungaroring con un notable enojo ya que en la segunda práctica libre, cuando buscaba su mejor intento con neumáticos blandos, el pilarense se topó con el Haas de Oliver Bearman en la zona rápida previa a la chicana.

El británico, que rodaba lento para preparar vuelta, se quedó en la trayectoria ideal y obligó al piloto de Alpine a abortar su giro. “¡Qué idiota!”, gritó Colapinto por radio, visiblemente furioso, mientras su ingeniero Stuart Barlow le respondió: “Sí, no sé qué estaba haciendo ahí”.

El enojo no finalizó ahí, ya que por parte de los comisarios de la carrera no investigaron lo ocurrido y Bearman no recibió ninguna sanción por lo ocurrido con Colapinto, lo cual generó polémica en el equipo francés.

El mal momento llegó en una jornada ya complicada para Alpine, donde el argentino había marcado un tiempo 1:17.959 en la primera práctica libre y bajó a 1:17.163 en la segunda, pero aun así quedó lejos de la zona media.

“No encontramos grip; nos está costando mucho”, reconoció el piloto nacido en Pilar. Según explicó, el equipo probó dos configuraciones distintas en los monoplazas, pero ninguna rindió: “Tanto Pierre [Gasly] como yo tomamos direcciones diferentes y no funcionaron. Hay que analizar bien esta noche”.

Colapinto volverá a la pista este sábado a las 7.30 de la mañana (hora argentina) en el marco de la última práctica libre y a las 11 se enfrentará a la clasificación para la carrera del domingo a las 10 horas.