lunes, diciembre 23, 2024

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A nueve años de la sanción de la ley, casi 9.400 personas trans hicieron el cambio en el DNI

Desde se implementó la Ley de Identidad de Género (26.743) de cuya sanción se cumplió ayer nueve años, un total de 9.383 personas obtuvieron un DNI conforme al género autopercibido y actualmente casi 20 de cada 100.00 habitantes tienen su documento rectificado, según datos actualizados suministrados por el Registro Nacional de las Personas.

Además, el 70% de quienes realizaron el cambio registral entre mayo del 2012 y abril del 2021 optaron por la categoría «mujer» y seis de cada 10 personas trans que hicieron este trámite residen en las provincias de mayor densidad demográfica (Buenos Aires, CABA, Santa Fe y Córdoba).

Por otro lado el 67% tenía 20 a 39 años al momento de hacer el cambio, el 18,2% tenía 40 años o más y el 15,1% lo realizó con 19 años o menos.

De otro lado, el 3,5% son extranjeras, grupo este último que vio mejorado el acceso a este derecho desde enero pasado con la resolución conjunta de la Dirección Nacional del Registro Nacional de las Personas y Dirección Nacional de Migraciones (1/2020) que en enero de este año modificó una disposición de 2012 para facilitar el trámite.

Referentes trans y de la diversidad sexual celebraron lo conseguido pero advirtieron sobre la gravedad de la desaparición del joven Tehuel De la Torre -de quien nada se sabe desde hace casi dos meses- y reclamaron la aprobación de legislación complementaria, ya sea la Ley Integral Trans o la Ley Nacional de Cupo e Inclusión laboral por parte del Congreso.

«Después de nueve años, seguimos reclamando inclusión, porque ha sido muy lenta y el 90% de las personas travestis siguen en la prostitución y el promedio de vida sigue siendo de 35/40 años» dijo Marcela Tobaldi, presidenta de La Rosa Naranja.

La activista trans aseguró que si bien «hoy -por ayer- es un día de celebración», también es para tomar nota de que «tenemos mucho por trabajar».

Por su parte, la presidenta de la Federación LGBT+, Flavia Massenzio, destacó que se trata de «una ley de vanguardia en el mundo» que funcionó como «la llave de acceso a un montón de derechos de la población trans», pero cuya vigencia aún no permitió revertir «la baja expectativa de vida y ése sigue siendo un eje rector para trabajar».

«La ley de identidad de Género nos sirve como tutor para poder llevar la voz a todos los espacios y concientizar, porque nos legitima como sujetas de derechos», dijo Bianca Méndez de la Organización Siete Colores Diversidad.

La joven aseguró que exhibir su DNI con el cambio registral «para mí es un orgullo, pero antes me daba vergüenza», porque el Estado no reconocía allí su identidad autopercibida y quedaba expuesta a los prejuicios.

Por su parte, la expresidenta de la Federación Argentina LGBT y actual directora de la Casa Trans, Marcela Romero aseguró que la ley es «un logro muy importante para la población trans pero también para la democracia argentina porque nos hace a todos igualmente ciudadanos de derechos».

No obstante, advirtió que esta norma sólo asegura un «30% de los derechos» fundamentales históricamente negados a este colectivo y, para cubrir el resto, como «el acceso a la vivienda, al mercado de trabajo formal así como a una reparación por la violencia institucional y exclusión social» ejercidas por décadas, «desde nuestra organización estamos impulsando la ley integral trans».

Respecto de Tehuel De la Torre, el joven trans que permanece desparecido desde hace 57 días, Romero aseguró que «es el símbolo de muchas compañeras que día a día desaparecen por la falta de derechos», ya sea víctimas del «travesticidio social» o de «crímenes de odio» en total soledad «sin que nadie reconozca esos cadáveres».

Por su parte, el presidente de la Fundación Igualdad Pedro Paradiso Sotile reivindicó esta ley como «histórica, revolucionaria y emblemática para el país y todo el mundo» en virtud de «la autonomía, libertad y reconocimiento de derechos que garantiza», al tiempo que recordó las referentes del colectivo trans ya fallecidas Nadia Echazú, Lohana Berkins, Mariela Muñoz y Diana Sacayán como «ejemplos de lucha y resistencia travesti trans».

No obstante, el activista remarcó que «aún falta y mucho para hacer realmente efectiva como accesible esta ley de vanguardia y sin precedentes a nivel regional/mundial» pero también para garantizar otros «derechos vulnerados históricamente».

En ese sentido, reclamó la «urgente aprobación e implementación de los proyectos y leyes sobre cupo laboral e inclusión travesti trans, el régimen reparatorio para víctimas de violencia institucional a causa de la identidad de género y poner fin a la histórica impunidad y silencio cómplice frente a los crímenes de odio y violencias que implican una genocidio por goteo».

El chubutense Ian Alejandro Rubey, de la Red Nacional 100% Diversidad y Derechos, aseguró que el festejo de este aniversario «se ve opacado» por la constatación de que «en muchos ámbitos no se conoce la ley y su espíritu no es respetado».

En ese sentido, ejemplificó que «en Chubut seguimos imposibilitades al pleno goce de nuestra salud integral en hospitales públicos ya que son escases les mediques capacitades para nuestra atención, sumado al vaciamiento del sistema de salud que implica un acceso precario o nulo a las operaciones de reasignación de género» pero también a los tratamientos hormonales.

Además, remarcó que la mayoría de las personas trans «viven en la pobreza y no cuentan con acceso al trabajo formal, lo que implica ser marginalizades y expuestes a violencias como el travesticidio y el transcidio social».

En ese sentido, consideró que Tehuel De la Torre «y todas las personas trans desaparecides en democracia, les compañeres travesti/ trans y no binaries muertes por el ‘cis-tema’ transodiante, nos muestra que aún nos queda un largo camino social para sentir que nuestras vidas valen lo mismo que las vidas cisgénero».

Por su parte el vicepresidente de la CHA Marcelo Suntheim destacó «lo que significó la epopeya política y colectiva de las organizaciones de la comunidad lgbt+» reunidas en el Frente Nacional por la Ley de Identidad de Género.

«Así como la ley de matrimonio igualitario fue una de las grandes batallas contra el heterosexismo, la ley de identidad de género es una enorme batalla contra el binarismo en nuestra cultura y quizás todavía, por falta de falta perspectiva histórica no seamos conscientes de las libertades y la igualdad que representa y que va a representar esta conquista para nuestra sociedad», dijo.

Sasa Testa, activista trans e integrante del área de educación de la Fundación Igualad afirmó que «la ley de Identidad de Género abrió el horizonte de disputas a otros derechos que nos fueron sistemáticamente negados, como población trans, travesti y no binarie» dentro del espectro de los derechos humanos.

«Gracias a las luchas colectivas, y también a la voluntad política de un Gobierno que nos colocó en su agenda, hoy todos, todas y todes podemos ejercer nuestro legítimo y personalísimo derecho a la identidad, cuestión tan cara para la historia de nuestro país que no borra de la memoria a los, las, les 30.000 desaparecidos, desaparecidas, desaparecides», dijo.