El secretario de Comercio, Matías Tombolini, negó la existencia de trabas en las importaciones y dijo que en los primeros cinco meses del año hubo una “ratio de aprobación general” del 88%, al tiempo que señaló que la inflación en los alimentos se produce mayormente en aquellos que “no tienen código de barras”.
“Una cosa es el relato y otra los datos. La autorización de importaciones entre enero y mayo creció 21% respecto al mismo periodo del año pasado”, afirmó Tombolini en diálogo con FM Urbana Play.
En ese marco, afirmó que el año pasado las importaciones promediaron “los US$ 6.800 millones por mes”, y en mayo de este año se solicitaron ingresos por un monto de “casi US$ 12.000 millones”.
“La ratio de aprobación general de este año es del 88%”, respondió el funcionario al ser consultado por la existencia de trabas a la hora de importar.
Al mismo tiempo, precisó que “de los US$ 36.757 millones autorizados en los primeros cinco meses del año, curiosamente aún restan US$ 14.127 millones que fueron autorizados, pero no se importaron como si se estuviese especulando en el momento más adecuado para traer la mercadería”.
“Si hubiera un problema sistemático con los insumos, no crecería la industria y la industria crece porque tiene los insumos y los bienes de capital”, indicó y apuntó, en ese orden, al uso de la capacidad instalada que está “en el orden del 67,8%”.
En ese marco, Tombolini señaló que el uso de yuanes para pagar importaciones a partir del acuerdo con China “baja el nivel de estrés sobre las reservas”.
“Cuando se necesita moneda extranjera que no se puede generar por vía de las exportaciones hay dos alternativas: corregir por precios impulsando una devaluación del tipo de cambio que deprima el nivel de importaciones y, por tanto, en el de actividad; o se busca financiamiento externo como hizo el ministro (de Economía, Sergio) Massa”, explicó.
“No entienden que muy probablemente genere un enorme impacto en toda la estructura de precios de alimentos y bebidas, aún mayor a la situación que estamos viviendo”, dijo Tombolini.
“Por supuesto sabemos que no se resuelve exclusivamente con programas de precios, sino que, como dijo el ministro ni bien asumió, tiene que ver con el orden fiscal, acumulación de reservas y orden de precios relativos, algo que se dio en el segundo semestre del año pasado cuando (la inflación) bajó un punto por bimestre”, evaluó.
“El pollo subió 26% en abril, los huevos 19%, las carnes en el orden del 35%. Todo tuvo un impacto muy fuerte sobre todo en el contexto de la sequía, porque además de provocar una falta de dólares en las cuentas externas, hace que haya una diminución en las cantidades producidas”, argumentó.