El ministro de Economía, Luis Caputo, anunció ayer martes las primeras diez medidas que conforman el denominado paquete de urgencia económica, entre las que destacan el aumento del tipo de cambio a 800 pesos por dólar, el fin del gasto en obra pública, la reducción de subsidios a la energía y el transporte y un incremento en la ayuda social vía Asignación Universal por Hijo y la Tarjeta Alimentar.
En un mensaje grabado de 17 minutos de duración, que fue difundido la tarde del martes, Caputo anunció las primeras diez medidas que conforman el denominado paquete de urgencia económica.
El ministro afirmó que la génesis del problema de la Argentina «siempre ha sido el déficit fiscal», por lo que aseguró que su misión será «evitar una catástrofe» y estará centrada en «solucionar el problema de adicción al déficit fiscal».
«El Gobierno viene a arreglar este problema de raíz para no tener que padecer más inflación y pobreza», dijo el ministro al presentar las diez medidas que conforman el paquete de urgencia económica.
Unos minutos después de que finalizará el mensaje de Caputo, el Fondo Monetario Internacional (FMI) a través de un comunicado oficial y de un mensaje de la directora Gerente, Kristalina Georgieva, salieron a explicitar su apoyo a las medidas.
«Estas audaces acciones iniciales apuntan a mejorar significativamente las finanzas públicas de una manera que proteja a los más vulnerables de la sociedad y fortalezca el régimen cambiario. Su implementación decisiva ayudará a estabilizar la economía y sentará las bases para un crecimiento más sostenible y liderado por el sector privado», dijo la portavoz del organismo multilateral, Julie Kozack, en un comunicado.
Georgieva, por su parte, a través de su cuenta en la red social X, señaló que recibía «con beneplácito las medidas decisivas anunciadas por el Presidente @JMilei y su equipo económico para abordar los importantes desafíos económicos de Argentina: un paso importante hacia el restablecimiento de la estabilidad y la reconstrucción del potencial económico del país».
Kozack puntualizó además, que «el personal del FMI y las nuevas autoridades argentinas trabajarán rápidamente en el próximo período (…) para volver a encarrilar el programa existente respaldado» por el organismo.
Entre los puntos más destacados, Caputo anunció que el tipo de cambio oficial pasará a ser de 800 pesos por dólar, en un salto cambiario que implica en los hechos una corrección nominal de casi el 119% en relación con la cotización que tenía hasta la jornada de ayer, de $366.
“Vamos a sincerar el tipo de cambio oficial, que pasará a valer $800 para que los sectores productivos tengan los incentivos adecuados para incrementar su producción”, sostuvo el flamante jefe del Palacio de Hacienda.
La modificación cambiaria, además, estará acompañada por un incremento provisorio del Impuesto País a las importaciones y a las retenciones de las exportaciones no agropecuarias, cuyas alícuotas no fueron precisadas.
“De esta manera, beneficiamos a los exportadores con un mejor precio y equiparamos la carga fiscal para todos los sectores, dejando de discriminar al sector agropecuario”, sostuvo Caputo.
En el mensaje, el titular de Hacienda advirtió que durante «los próximos meses estamos teniendo una inflación reprimida», algo que se ve reflejado en «las góndolas de los supermercados».
Meses difíciles
«Vamos a estar un par de meses peor de lo que estuvimos antes», reconoció Caputo, quien adelantó que para paliar en parte esta situación «vamos a duplicar el monto de la Asignación Universal por Hijo ( AUH ) y aumentar el 50% el monto de la Tarjeta Alimentar», de manera de asistir a los sectores más desprotegidos.
«Este es el camino correcto, porque si seguimos por el otro camino seguiremos con más pobreza, e inflación», dijo Caputo.
El ministro también anunció que «no se renovarán los contratos laborales del Estado con menos de 1 año de vigencia» al tiempo que «se suspenderá la pauta (publicitaria) oficial por un año» la que demandó $$ 33.000 millones solo en este año que termina.
Otra de las medidas anunciadas fue la reducción en la cantidad de ministerios que pasarán de 18 a 9 y en las secretarías, de 106 a 54.
«Esto va a redundar en una reducción de más del 50% de los cargos jerárquicos de la función pública y del 34% de los cargos políticos totales del Estado nacional», explicó el ministro.
Junto a esta medida el Estado nacional reducirá «al mínimo las transferencias discrecionales a las provincias. Recursos que lamentablemente en nuestra historia más reciente se han usado como moneda de cambio para intercambiar favores políticos, para hacer política», agregó Caputo.
El ministro también confirmó que el Estado nacional «no va a licitar más obra pública nueva y va a cancelar las licitaciones aprobadas cuyo desarrollo aún no haya comenzado».
«No hay plata para pagar más obra pública que, como todos sabemos, muchas veces terminan en los bolsillos de los políticos y los empresarios», subrayó Caputo.
«Las obras de infraestructura en Argentina serán realizadas por el sector privado, ya que el Estado, no tiene plata ni financiamiento para llevarlas a cabo», completó el ministro.
Caputo también anticipó que «vamos a reducir subsidios a la energía y al transporte. Hoy el Estado sostiene artificialmente precios bajísimos en tarifas energéticas y transporte a través de subsidios».
«Lo que te regalan en el precio del boleto, te lo cobran con los aumentos en el supermercado. Y con la inflación esta, son los pobres finalmente los que terminan financiando a los ricos», dijo Caputo.
También apuntó que los subsidios al transporte en el AMBA «son un acto de profunda discriminación con las provincias del interior».
Anunció que se van a mantener los planes Potenciar Trabajo de acuerdo a lo establecido en el presupuesto del año 2023 «y vamos, sobre todo, a fortalecer las políticas sociales que son recibidas directamente por quienes las necesitan, esto es, sin intermediarios, como la Asignación Universal por Hijo y la Tarjeta Alimentar».
Caputo reflexionó que «si uno le preguntara a la mayoría de los argentinos cuál diría que es el mayor problema, la deuda, la inflación, el dólar o el déficit fiscal. Siempre la mayoría de las respuestas, diría más del 95% de las respuestas, se los llevaba la deuda, la inflación y el dólar. Prácticamente ninguna respuesta correspondía al déficit fiscal».
«Sin embargo, la génesis de nuestro problema ha sido siempre fiscal. Lo que se manifiesta como los problemas son en realidad las consecuencia», finalizó el ministro.
LAS ACCIONES LOCALES SUBIERON HASTA 12% ANTES DE LOS ANUNCIOS ECONÓMICOS DE CAPUTO