El Municipio junto con el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) y la empresa local “GRI Calviño” impulsó la realización de un taller intensivo sobre Operador de Ultrasonido Nivel I, destinado a profesionales en diversos rubros: metalmecánico, nuclear, aeronáutica, siderúrgica, petróleo, entre otros.

Las primeras clases fueron dictadas por especialistas vinculados al ente autárquico federal en el Centro Tecnológico Metalúrgico, con sede en el interior del predio fabril localizado en Ingeniero Allan. Evaluaron conocimientos generales, terminología, técnicas de ensayo, equipamiento, calibración de sistemas, códigos, normas y procedimientos.

“Esta iniciativa fue plasmada con una visión global, destinada a trabajadores, trabajadoras con el objetivo de perfeccionar aptitudes para mejorar su calificación personal y crear valor agregado en las compañías que los incorporaron a su plantel”, describió el secretario de Industria y Desarrollo Productivo, Ricardo de la Fuente.

Posteriormente, el funcionario afirmó: “Fue una determinación del intendente, Andrés Watson, para expandir el sector manufacturero distrital, generar puestos de trabajo, constituir espacios de formación y potenciar la sinergia de la esfera pública con el ámbito privado».

El presidente de la firma -Gastón Guarino- retomó y amplió el concepto de la interacción entre distintos actores en una convergencia que logró “un programa con todas las incumbencias definidas por los organismos de control en una cursada que sumó herramientas indispensables en el área, aplicables en diferentes ramas”.    

El responsable de la Fundación INTI -Lorenzo Beccaria- valoró “la posibilidad de materializar en Florencio Varela un esquema que llegó donde proyectábamos. Un modelo con resultados muy satisfactorios para replicar en la mayor cantidad de lugares posibles de nuestro país”.

El director provincial de Educación Técnico Profesional -Ricardo De Gisi- consideró de “enorme relevancia la instrumentación de políticas eficientes e innovadoras en campos estratégicos de la instrucción que no teníamos, por ejemplo, en establecimientos nucleados en la red de enseñanza formal y no formal”.

Lorena Riveros, oriunda de San Rudecindo e integrante en el staff de la compañía involucrada en la génesis de la propuesta, asistió al seminario y apreció la “oportunidad de obtener una certificación validada por una entidad prestigiosa, reconocida para mi futuro laboral con la expectativa de abrir nuevas puertas al aumentar mi base de saberes”.