Investigadores argentinos identificaron un blanco terapéutico del virus chikunguña, lo que constituye un punto de partida para poder desarrollar medicamentos contra esta enfermedad, que actualmente no tiene tratamiento específico ni vacuna, a la vez que encontraron drogas candidatas que inhibieron la replicación viral en el laboratorio, informó la Agencia CyTA Leloir.
“Los resultados de nuestro estudio constituyen un punto de partida en el desarrollo de medicamentos contra chikunguña, un avance alentador si consideramos que aún no hay vacunas ni terapias efectivas para este virus que se está expandiendo a nivel mundial en áreas tropicales y subtropicales en los últimos 15 años”, afirmó la doctora en Química Mariela Bollini, quien lidera el Laboratorio de Química Medicinal del Centro de Investigaciones en Bionanociencias (Cibion) dependiente del Conicet.
En la actualidad, la terapia para los pacientes se limita a un tratamiento sintomático para mitigar la inflamación y el dolor que causa la infección viral.
Los investigadores liderados por Bollini trabajaron con las proteínas E1 y E2 de la envoltura del virus chikunguña que están involucradas en la invasión de las células huésped después de la picadura de un mosquito infectado (Aedes aegypti y Aedes albopictus).
Estas proteínas (análogas a la Spike de SARS-CoV-2) participan en el ingreso y liberación del genoma del virus dentro de la célula para iniciar el programa de multiplicación.
A partir de análisis bioinformáticos que reproducen en 3D la estructura de las proteínas E1 y E2, los científicos identificaron en ellas una región que tenía las características necesarias para unirse a moléculas.
Luego, llevaron a cabo un screening virtual de dos bibliotecas de compuestos comerciales e identificaron un candidato que, en estudios in vitro, logró inhibir en cerca del 100% la replicación del virus en células infectadas.
«El compuesto más activo contra chikunguña no presentó una toxicidad considerable», destacó Bollini, profesora adjunta de Diseño de Fármacos en la carrera de Bioingeniería del Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA).
Además, los investigadores seleccionaron variantes virales resistentes a la acción antiviral del compuesto, lo cual “es consistente con el blanco terapéutico propuesto”, explicó Bollini.
El trabajo, publicado en “American Chemical Society Infectious Diseases” https://pubs.acs.org/doi/10.1021/acsinfecdis.0c00915, representa un primer paso en el desarrollo de un fármaco que mejore las características del compuesto identificado.
«Antes de evaluar ese fármaco a desarrollar en humanos, sería necesario hacer ensayos preclínicos en animales de laboratorio», concluyó Bollini.
Del estudio también participaron Leandro Battini, primer autor y becario del Conicet en el Cibion; Daniela Fidalgo, del Cibion, y Diego Álvarez, del Instituto de Investigaciones Biotecnológicas (IIB-Intech), dependiente de la Unsam y del Conicet.