La defensa de la mujer que comenzó a ser juzgada hoy en los Tribunales de Lomas de Zamora, como acusada de haber asesinado a su expareja en 2018, pidió que la imputada sea absuelta, ya que al momento del hecho era víctima de violencia y sugirió al tribunal que el caso sea analizado con perspectiva de género, informaron hoy fuentes judiciales.
En el inicio de la primera audiencia, que está a cargo del Tribunal Oral Criminal (TOC) 7 de Lomas de Zamora, la defensa de Morelia Colque (25), de nacionalidad boliviana, reclamó su absolución.
Colque llegó al juicio oral detenida bajo el régimen de prisión domiciliaria, acusada del delito de “homicidio agravado por el vínculo”, en perjuicio de Brian Huanca, también boliviano, y está acompañada por diversas organizaciones sociales que consideran que la mujer actuó en defensa propia luego de ser víctima durante años de episodios de violencia de género.
«Me sentí acompañada. En ningún momento me sentí sola. Tuve nervios y miedo por las preguntas y por cómo me hablaba la fiscal, que es a la que más le temo. Por su manera de expresarse te intimida. No sé si es normal que te hablen así o si lo hace de esa forma porque sos extranjera», relató Colque luego de finalizada la audiencia.
El juicio está a cargo del TOC 7 de Lomas de Zamora, presidido por Inés Moyano, mientras que en representación del Ministerio Público estuvo la fiscal Fabiola Juanatey.
La joven de 25 años será patrocinada en el juicio por el abogado Ernesto Flores, del Frente Popular Darío Santillán, una agrupación de la sociedad civil que la acompañará junto a otras organizaciones, como el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS).
Fuentes judiciales informaron a Télam que el debate oral comenzó hoy pasadas las 9 de la mañana en la sede de los tribunales de Lomas de Zamora, ubicada en la esquina de Camino Presidente Perón y Larroque, en el sur del conurbano.
Durante la audiencia, el letrado Flores exigió la absolución de su defendida, a la vez que sugirió que el caso sea analizado con perspectiva de género, según relataron los voceros.
A su vez, en la primera jornada de debate declararon siete testigos, entre ellos la madre, el padre y la tía de Colque.
También declaró una amiga de la acusada que estaba con ella en el momento del hecho y la coordinadora del equipo de Salud Mental del CELS, Macarena Sabin Paz, mientras que los testigos de la parte del fallecido no se presentaron.
Se espera que el juicio continúe el miércoles próximo a las 12, cuando se prevé la declaración de Colque y posteriormente la sentencia.
«El miércoles lo que más anhelo es que me escuchen, que sepan mirar más allá de mi historia. Más allá de lo que ocurrió el día del hecho. Quiero demostrar la clase de persona que soy, sabiendo que me van a dar un par de horas para hablar», concluyó la acusada.
El episodio ocurrió en la noche del 31 de marzo de 2018, en una vivienda precaria ubicada en el barrio Tongui de Lomas de Zamora, que alquilaron Colque y Huanca hasta que se separaron y la joven quedó viviendo allí con la beba en común de ambos de dos meses.
Esa noche, Morelia dejó la beba al cuidado de sus suegros y salió con una amiga a festejar su cumpleaños, para luego regresar ambas a la casa.
En esas circunstancias, Huanca llegó a la vivienda y le pidió a la joven que le abriera para entrar, a lo cual la amiga le pidió que no lo hiciera porque tenía miedo.
El joven se fue, pero regresó unos 15 minutos después e ingresó a la propiedad por la parte posterior, y comenzó a discutir con Colque en la cocina, mientras la amiga se encontraba en una habitación.
De acuerdo a la declaración de Morelia, Huanca la tomó del cuello y de un brazo y en un forcejeo, sin lograr recordar cómo, clavó un objeto punzante en el tórax de su expareja.
En tanto, según el testimonio de su amiga, escuchó los gritos provenientes de la cocina hasta que Huanca salió herido y le pidió que llamara a una ambulancia, tras lo cual el joven salió a la calle, se desplomó y finalmente falleció.
Tras el crimen de Huanca, la joven fue detenida por la Policía de inmediato y quedó alojada en una comisaría, para luego ser trasladada a una unidad carcelaria.
Finalmente, su defensa obtuvo el beneficio de la prisión domiciliaria para la joven, ya que se encontraba delicada de salud y alejada de su bebé, y gracias a su buena conducta se le permitió comenzar a trabajar y llevar a su hija al pediatra.